Cientos de ciudadanos despiden en Laraño al santiagués que murió de un infarto en la grada de un estadio
SANTIAGO
?anuel Castiñeiras Sánchez, propietario y gerente de la empresa Casty Romer S.L., recibió ayer sepultura en el cementerio parroquial de Laraño. Al funeral, que se ofició en la iglesia parroquial a las cuatro y media de la tarde, asistieron numerosos familiares, amigos, vecinos y trabajadores de la empresa familiar. También acudieron numerosos empresarios del sector de los talleres y automoción de la ciudad. La policía local tuvo que montar un dispositivo especial para controlar el tráfico en el momento del sepelio debido al elevado número de coches y personas que se dieron cita en la iglesia de Laraño. El empresario compostelano, de 58 años, había sufrido un infarto el pasado sábado por la tarde, cuando presenciaba en Ponferrada el encuentro de fútbol de segunda división entre la Ponferradina y el Tenerife, donde juega su hijo, Manuel, que en ese momento se encontraba en el campo. Los servicios de emergencia del campo de fútbol intentaron reanimarlo, pero no se pudo hacer nada por su vida y falleció en el mismo campo de la provincia leonesa.