santiago | La cafetería de los edificios administrativos de San Caetano muestra desde ayer su nueva cara. Tras el proceso de reformas que cerró el establecimiento a principios de año, el servicio reabre sus puertas con novedades no sólo en el instrumental, sino también en su gestión.
Entre las nuevas medidas que incorpora el servicio de cafetería de la Xunta, destaca la renovación del horario de las comidas. Desde hoy, los funcionarios y demás usuarios del establecimiento sólo podrán degustar los menús a partir de las 15 horas, coincidiendo con el horario de salida del personal y la finalización de la mayoría de los turnos de trabajo. La primera excepción a lo que algunos consideran una restricción se produce en la jornada estival, ya que las comidas empiezan a servirse a partir de las 14.30 horas.
Hasta el momento, la cafetería de San Caetano registraba entre 200 y 300 comidas al día y la mayor parte de los usuarios eran personal laboral y funcionarios que, antes de desplazarse hasta sus distintas ciudades de origen, almorzaban en el mismo lugar de trabajo. Sin embargo, los que quieran desplazarse inmediatamente después de finalizar su horario laboral no podrán comer en la cafetería antes de que hayan cubierto su turno.
Armando Lema, gerente del servicio hostelero de la Xunta, no considera que la pauta horaria les vaya reportar una disminución de la clientela. «La hora punta se sitúa entre las 7.30 y las 7.45 de la mañana, por la llegada de los autobuses de los trabajadores», afirma el gerente. Pero la misma masa de trabajadores que llega a primera hora de la mañana también abandona las instalaciones a primera hora de la tarde.
La mayoría de los clientes habituales del bar se han buscado otras alternativas durante los siete meses pasados, en los que las instalaciones fueron reformadas. Belén Cascudo, miembro de la consultora que acomete el arranque de la nueva cafetería, afirma que «hay que atraer a los clientes después de la ausencia». Por esa razón, ayer al mediodía, coincidiendo con la reapertura del servicio de cafetería, se invitó a los trabajadores a unos pinchos en sus 20 minutos de descanso, aunque muchos optaron por el bocadillo de media mañana en lugar del menú.
Entre las innovaciones estructurales del local destaca el nuevo diseño, aunque la mecanización de los servicios también salta a la vista. La nueva línea de autoservicio tasa el precio de las comidas del personal de la Xunta en unos 5 euros, mientras que para los demás usuarios ajenos, el coste de las comidas se incrementa en 1.20 euros.