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El Obradoiro entrega el partido ante el Fuenlabrada en el tercer cuarto

A. R.

SANTIAGO

14 feb 2010 . Actualizado a las 03:20 h.

El Obradoiro Xacobeo Blu:sens no pudo repetir el resultado de la primera vuelta de la competición y cayó derrotado en el Fernando Martín ante el Ayuda en Acción Fuenlabrada por un abultado 80-64. Los hombres de Curro Segura realizaron un mal partido, con muy poca intensidad y con bastantes fallos de concentración en momentos importantes. El único que mantuvo el tipo y la compostura para el cuadro gallego fue Vasileiadis (21 puntos y 22 de valoración), que se echó el equipo a la espalda y libró al Obradoiro de una derrota aún mayor.

Como se preveía durante toda la semana, el choque fue muy emocionante. Dos equipos muy similares en cuanto a estilo de juego, en una posición igual en la tabla clasificatoria y con la necesidad de recuperar sus señas de identidad perdidas en las últimas jornadas.

El partido comenzó con intensidad, con las defensas comiéndose literalmente a los ataques. Quizá por ello, ambos equipos optaron por el lanzamiento exterior para anotar. El conjunto madrileño fue el que más acertado estuvo en esta faceta y llegó a irse cinco puntos arriba muy pronto (11-6, minuto 5) a pesar de que los gallegos estuvieron muy agresivos con una defensa en zona. Al Obradoiro le costó mucho más ver canasta.

A pesar de todo el Obra seguía sin encontrarse a gusto sobre la cancha y en los últimos lances del primer cuarto sufrió una importante pájara. Un parcial de 12-0 en los últimos dos minutos dejaron un marcador muy cuesta arriba de 25-12, invitando a la reflexión del conjunto gallego. Había habido muchos errores, sobre todo falta de intensidad en las postrimerías del periodo, pero a favor del Obra jugaba el tiempo que aún restaba.

Un parcial adverso

Dio la sensación de que Curro Segura apretó las tuercas de la maquinaria del Obra. Un parcial de 2-12 devolvió la emoción al partido (27-24, minuto 14) e hizo crecerse al cuadro gallego. El artífice de esta recuperación fue una vez más Vasileiadis, muy fino durante todo el partido. A partir de este momento, los visitantes tomaron las riendas del encuentro y si no lograron llegar a ponerse por delante en el luminoso fue por los numerosos errores no forzados, que mermaron su absoluta recuperación.

Tres ataques consecutivos con pérdidas absurdas propiciaron que de nuevo se marchase el Fuenlabrada en el marcador (36-26, minuto 17). Ayudó a ello Leo Mainoldi con tres triples consecutivos. Y es que el partido había cobrado mucha rapidez, habían subido las revoluciones y fue ahí donde el Obradoiro volvió a fracasar. El ritmo que le imprimieron al juego Thomas y Fitch fue imparable para el cuadro gallego y propició que se llegara al descanso con una desventaja de ocho puntos para el Obra.

Tras la reanudación, el partido se igualó algo más. Sin embargo, daba la sensación de que el equipo más fuerte era el Fuenlabrada. Pero el conjunto madrileño se mostraba como el típico estudiante inteligente que se conforma con aprobar, mientras que el gallego era el alumno más limitado al que le costaba todo un mundo aprenderse la lección. Cuando la desventaja del Obra llegó a los quince puntos Segura volvió a pedir un nuevo tiempo muerto, pero cada minuto que pasaba las cosas se presentaban más turbias.

Sin reaccionar

A diferencia de otras ocasiones, esta vez no hubo reacción tras las palabras del técnico y a falta de un minuto el Fuenlabrada marcó una ventaja (63-44) con un triple de Burstein, que quedó finalmente en un 64-47 al término del tercer periodo.

El último cuarto fue un paseo relajado para el Fuenlabrada, que se limitó a moverse en rentas en torno a los veinte puntos de ventaja en el tanteador. Sabiéndose ya ganador desde hacía muchos minutos, se dedicó a jugar de cara a la galería. El Obradoiro, hundido, arrojó la toalla muy pronto.

La única emoción del cuarto final residió en el último minuto, donde se estaba jugando el tener el basketaverage a favor. Al final y tras un carrusel interminable de tiros libres, éste fue el único premio para el Obra, puesto que el marcador reflejó un duro pero justo 80-64.

Tras este resultado, saltan las alarmas en el conjunto gallego, ya que esta sexta derrota consecutiva deja al equipo muy castigado mentalmente y con la sensación de que faltan muchas cosas por hacer y muchos remiendos que poner.