El Villaralbo de Tercera ficha al discípulo de Mourinho y Lillo, un técnico gallego de 25 años

SANTIAGO
A sus veinticinco años, el gallego Rubén de la Barrera (A Coruña, 1985) está dispuesto a hacer historia en el fútbol. Pero no como la mayoría de los deportistas de su edad, pisando el césped, sino sentado en el banquillo. En un alarde de precocidad, el ex jugador del Ural, Orillamar y Victoria (de forma efímera, pues colgó las botas con dieciocho años) ha fichado por el Villaralbo (sexto clasificado del grupo octavo de Tercera División), para ser el entrenador de la primera plantilla del club zamorano. Desde hace dos años goza del título de entrenador de categoría nacional de fútbol y un máster en dirección de equipos de fútbol auspiciado por la Universidad de Murcia.
Pasó del Ural (donde entrenó a los benjamines, colaboró con el juvenil con 19 años y dirigió la escuela del club coruñés, tutelada por el Barcelona) al Arteixo juvenil (con 21 años, fue campeón de Liga y Copa). Desembarcó después en el Montañeros juvenil de División de Honor (en su primera temporada) para sentarse en el banquillo del equipo de Liga Nacional del club blanco.
El Villaralbo participa en el mismo grupo de Tercera en el que el Burgos, rival del Fabril en la fase de ascenso a Segunda B, resultó campeón. «Mi edad puede generar controversia, pero nunca estrés. Actitud y aptitud pesan más que la edad», propone. Sus fuentes de sabiduría deportiva son diversas: «El gallego Raúl Caneda me parece una de las más importantes, de hecho he estado estudiando sus entrenamientos con Lillo en el Almería», explica. Presenciales fueron también los aprendizajes que tomó de Mourinho, en su etapa en el Oporto. «Admiro su método de trabajo y el estudio pormenorizado de todos los factores que afectan al fútbol», añade. Otros nombres: Óscar Cano (Poli Ejido) y Xesco Espar (ex entrenador del Barcelona de balonmano).