¿Paso atrás para coger impulso?

Xosé M. Cambeiro SANTIAGO/LAVOZ.

SANTIAGO

Madrid dejó el Xacobeo a un lado y la aspiración es que el apagado Ministerio de Cultura tenga más brío el año próximo

10 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Los datos del Xacobeo deben de haber llegado a Madrid, en donde no se cree necesario abrir las arcas para contribuir a la causa. Desde luego, la intervención de la ministra González Sinde no ha proporcionado alegrías ni a la parroquia compostelana ni a la gallega. La senadora María Jesús Sainz la interpeló sobre las ayudas del Gobierno, y particularmente de su Ministerio, al evento jubilar en Galicia, y de su respuesta se ha podido extraer escaso grano y mucha paja.

Está claro que no es para echar las campanas al vuelo. Pocos euros se han visto volar desde el departamento de González Sinde hasta Compostela y Galicia. Y apenas fue necesario emborronar media hoja para programar actividades xacobeas en esto pagos. Quizás, como se decía al principio, la bonanza económica del año santo y los aleluyas lanzados por el sector turístico han retraído al Gobierno.

Un botón de muestra es la lotería que arropó a los anteriores Xacobeos. Este año la normativa echó abajo esa posibilidad, pero Madrid se comprometió a aportar la media de lo obtenido en dichos sorteos, es decir, uno seis millones. González Sinde sorteó esa oferta rubricada por el Congreso, y la espantá está garantizada. Cero patatero.

Pero si la esperanza económica del Xacobeo está perdida, no así la del post xacobeo. ¿Paso atrás para coger impulso? Hay efemérides por medio en el camino hacia el 2021, y la más cercana es ese 800 aniversario de la consagración de la catedral, en donde el departamento de Cultura tiene la posibilidad de explayarse económicamente en la capital gallega, bien secundado por la Xunta. No en vano, durante su última estancia en Compostela, Ángeles González Sinde hizo buenas migas (si no fue espejismo) con Roberto Varela, como para un colofón como el de la película Casablanca.

Casi parafraseando a uno de los protagonistas, la ministra declaró tras firmar un convenio sobre la catedral: «Confío en que esto sea el principio de una etapa muy próspera». Bueno es demostrarlo, y la catedral es precisamente el gran objetivo de la citada efemérides. El plan director emite muchas señales de alarma que exigen reacciones millonarias por parte de Madrid, San Caetano, el Consorcio, los organismos públicos y la iniciativa privada. Precisamente los patrocinios empresariales están en el punto de mira de la Administración compostelana, que suspira por un bello gesto de Madrid como la puesta en marcha de exenciones fiscales para quienes se impliquen en la causa de la basílica, que es una causa de la humanidad. Unos cuantos millones pueden circular por esa vía.

Otros cuantos pueden tener asiento en el Plan Nacional de Catedrales. El alcalde lleva tiempo pidiendo este amparo ministerial. En realidad la basílica ya está en el Plan, y de ahí han procedido unas cuantas partidas para su rehabilitación. Lo que quiere Raxoi es una inclusión con mayúsculas, en atención a que 24 millones de euros de reformas son palabras mayores.

Gonzáldez-Sinde y su Gobierno tienen una oportunidad de oro para reconciliarse con Santiago y Galicia. Y la Xunta, que en el Xacobeo se está portando, tiene también su oportunidad de demostrar que sabe conjugar más verbos que «recortar», ya muy ajado y sobado. «El principio de una etapa muy próspera» resulta muy evocador.

Otro anillo de reconciliación lo colocaría Zapatero viniendo a Compostela. El PP ha vuelto una vez más a la carga con el desaire del presidente, que antes aún se dejaba caer por aquí. Uno se acuerda de verle una vez cruzándose con Juan María Atutxa en las escaleras de Raxoi, y otra en la sala que hay detrás de la mesa de este cronista. Uf, pero ya llovió, nevó y granizó. Muchos se preguntan qué trabajo cuesta una escapadita en este año santo, a poder ser sin perilla ni gafas oscuras. Con Patronato o sin él. No es poner ninguna pica en Flandes, y sí eliminaría sospechas y recelos.