El primer cuarto se caracterizó por el fuerte ritmo de los dos equipos, jugando mucho con transición y llegando con balones interiores. La permisividad de los pívots de Canarias hizo que Hopkins acabara el parcial con diez puntos, más otros cuatro de Junyent. Justo la mitad de los puntos anotados por el Obra. El Canarias buscó a Guillén y el pick and roll con Sabat.
Las rotaciones aguantaron la ventaja en el segundo cuarto, con Corbacho atacando a Heras y con buenos bloqueos de Ruffin. La distancia fue en aumento cuando Canarias realizó malos ataques y sufrió rápidos contragolpes. Hopkins consiguió seis puntos más en la pintura. Por el Canarias solo se salvó Richotti, que encontró facilidades en la defensa de Corbacho. El Obra volvió a dominar el rebote.
En el tercer cuarto el Obradoiro mantuvo su alto nivel defensivo. El Canarias no levantó cabeza. Regaló muchos balones, con un pésimo nivel defensivo.
El último cuarto fue un mero trámite. En él se confirmó el gran partido del Obra y la pésima defensa del Canarias. El Obra fue muy superior en todos los aspectos del juego a un Canarias que decepcionó.