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GABA: una sustancia con ritmo

> Bibiana G. Visos bibiana@mundo-r.com

SANTIAGO

Investigadores de la Universidad de Oxford descubren que llevar el compás está relacionado con la cantidad de ácido gamma-aminobutírico que hay en el cerebro

23 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

¿Cuando todo el mundo va a la derecha tú vas a la izquierda? ¿Te dicen que pareces un pato mareado al bailar? Los investigadores de la Universidad de Oxford han encontrado la excusa perfecta para que vayas al ritmo que quieras sin pasar vergüenza. La falta de compás es algo que no podemos controlar porque está determinado por la cantidad de un neurotransmisor, llamado ácido gamma-aminobutírico (GABA son sus siglas en inglés), que tenemos en el cerebro. El GABA juega un papel clave sobre la región del cerebro responsable de la planificación, el control y la ejecución de movimientos voluntarios. Una bajada del 30% de esta sustancia aumenta un 70% la velocidad de aprendizaje de actividades motoras complicadas, como es bailar.

El GABA es el principal neurotransmisor inhibidor de las neuronas: actúa como tranquilizante para evitar el recalentamiento de las células del cerebro cuando hay una gran actividad neuronal. Un alto nivel de GABA evita que las neuronas generen nuevas conexiones, disminuyendo la habilidad del cerebro para aprender. Los niveles demasiado bajos de GABA tampoco son buenos, la gente con poco ácido gamma-aminobutírico tiende a sufrir trastornos de ansiedad y la ausencia total de GABA en algunas partes del cerebro provoca ataques epilépticos.

MÁS PRÁCTICA

La investigación llevada a cabo en Oxford demuestra que el primer paso para aprender una nueva habilidad es que los niveles generales de GABA disminuyan, pero no todo el mundo cuenta con la misma capacidad para regular este neurotransmisor.

Mediante un escáner cerebral, los científicos ingleses midieron la cantidad de GABA en los cerebros de los 12 participantes en el estudio mientras intentaban aprender una secuencia de botones que debían pulsar en un teclado, como si tuviesen que bailar con los dedos en lugar de con los pies. Después, gracias a una pequeña corriente inducida a través del cuero cabelludo, redujeron los niveles de ácido gamma-aminobutírico en los voluntarios y les pidieron que repitiesen la secuencia. Las personas que reducían el GABA de forma natural aprendían más rápido. Este hallazgo también puede ayudar a recuperar pacientes, desde el punto de vista motor, que hayan sufrido un accidente cerebrovascular.

COMPAÑEROS DE BAILE

Aunque parece demostrado que el GABA tiene mucho que ver con la facilidad para aprender novedosos pasos de baile, los científicos británicos advierten de que hay otros factores y que la práctica siempre hace mejorar la destreza en cualquier actividad.

Hasta hace pocos años los científicos pensaban que bailar era un pasatiempo que se limitaba de forma exclusiva a los humanos, pero hoy sabemos que algunas aves también tienen este talento. Los estudios realizados por los institutos de neurociencias de la Universidad de San Diego (California) y de la Universidad de Harvard (Massachusetts) indican que las cacatúas tienen sentido del ritmo: mueven la cabeza, el cuerpo e incluso golpean el suelo con sus patas en sincronía casi perfecta con la música. Esta capacidad estaría relacionada con la de aprender sonidos vocales e imitarlos.