Como lleva haciendo cada noche desde hace ocho años, el eterno bufón del cine español volverá a subirse al escenario para contar su historia a quien la quiera oír.
25 mar 2011 . Actualizado a las 14:36 h.«Que vengan las abuelas, que hay un homenaje a ellas. Y los nietos. Y los que ya vieron el espectáculo, porque en los últimos ocho años ha cambiado mucho. Que vengan todos». El mensaje es de Gabino Diego (Madrid, 1966), el eterno bufón del cine español, el bobo más entrañable que, centrado ahora en el teatro con Una noche con Gabino, afirma tajante que la crisis no podrá con los espectáculos en vivo.
-¿Cómo es entonces una noche con Gabino?
-Es un espectáculo muy divertido. Un tiempo que se pasa con Gabino, que soy yo pero que a la vez es un personaje que mete al espectador en un viaje donde aparecen muchos personajes. Pero también es un recorrido por una vida, en donde se habla del éxito y del fracaso y donde uno se ríe de las dos cosas. Y no todo es realidad, también es ficción. Digamos que un 60 por ciento es realidad y un 40 es ficción
-Pero yo me refería a cómo es de verdad una noche con Gabino, no al espectáculo.
-Pues también muy divertida [risas]. Y hasta ahí te cuento.
-Empecemos por tumbar mitos. ¿Qué hay de verdad en que tiene miedo a hablar en público?
-Mucho, porque soy muy tímido. Aunque creo que después de 30 años he conseguido vencer ese miedo, pero lo he hecho dándome cuenta de que no soy yo, porque siempre interpreto un personaje.
-¿Incluso en este número?
-Precisamente en este espectáculo lo he visto, porque me interpreto a mí mismo, pero lo que hago es un personaje, el que le doy al público. Cómo eres tú de verdad solo lo sabes tú, y a veces ni eso, que tienes que ir al psicólogo a que te lo diga y, encima, a pagarle.
-¿Le molesta ser el eterno bobo del cine español?
-A mí me encantan los personajes que he hecho. Soy muy feliz de los personajes de tonto. Yo firmaría por seguir haciendo de tonto toda la vida, haciendo personajes que hagan reír a la gente.
-¿Tiene algún favorito?
-Todos. Es que realmente no son tan tontos como parecen, son tragicómicos. La gente se ríe, pero el personaje está contando cosas que a él le hicieron daño. La mayoría de mis personajes han ido por ahí. El de Belle Epoque, por ejemplo, es un chico obsesionado con Maribel Verdú que acaba volviéndose loco. Muy gracioso no es, pero la gente se ríe.
-Eso será mérito del actor...
-Puede ser. Es que yo encaro todas las comedias como un drama porque todas las historias tienen un drama por debajo. Ya lo dijo Woody Allen: «Un drama, con el tiempo, acaba siendo siempre una comedia».
-Usted era un rostro habitual en el cine que se hacía en los noventa, como Jorge Sanz o Maribel Verdú. ¿Se acabó esa época?
-Un poco sí, pero lo que creo es que se han acabado muchas otras cosas, pero nosotros seguimos ahí. Se acabó una forma de ver el cine, pero no las personas. Yo, por ejemplo, estuve en la segunda parte de Torrente, y fue la película más taquillera del cine español. Somos actores que hemos estado en muchas épocas del cine español. Yo llevo 30 años trabajando. Lo que sí es verdad es que ahora trabajar en cine está mucho más difícil, sobre todo para la gente que empieza.
-¿Es más fácil entonces acceder al teatro?
-Decía un famoso cómico que el teatro es como una madre que siempre te acoge. Siempre está ahí, sobre todo para la gente que, como yo, ha hecho teatro toda la vida. Fíjate además en que es lo que yo siempre quise hacer. Me acuerdo de cuando volví de Hollywood, que acabábamos de ganar el Oscar, otros actores me decían que me envidiaban. Y yo los miraba a ellos, con sus dos funciones de teatro diarias, y pensaba: «el que os envidia soy yo». Porque yo soñaba con hacer eso, con lo que estoy haciendo.
-¿Por qué?
-Porque tiene una magia que el cine nunca tendrá. ¿Mejor el cine que el teatro? Yo diría que cualquier espectáculo en vivo es mejor que el cine. Y, además, no morirán nunca. Llevan un poquito mejor la crisis, a pesar de que todos la notamos y que los ayuntamientos no tienen dinero, no nos pagan y tenemos que ir a taquilla.
-Está la cosa complicada.
-Mucho. Sí. Para todos. Pero hay que vivir el presente, no desanimarse. Y venir a ver Una noche con Gabino, que tiene personajes muy divertidos y canciones nuevas. Además, resucita Elvis y sale también mi abuela. Pon lo de mi abuela, que le hago un homenaje muy bonito y así la gente mayor se anima a venir.
PONTEVEDRA | Centro social Novacaixagalicia | Mañana | 21 horas | VIGO | Centro cultural Novacaixagalicia | Domingo | 20.30 horas | Entradas: de 16,75 a 18,75 euros