28 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.
La llamada para que hubiese marea blanca en Sar surtió efecto. Fueron mayoría los aficionados que acudieron al recinto deportivo ataviados con una camiseta níveas. Y para terminar de completar el ambiente con los colores del equipo, las gradas se convirtieron en un gran mosaico blanco gracias a las cartulinas que se repartieron en las butacas. Solo rompieron la homogeneidad los doscientos aficionados burgaleses, azules, y los asistentes al palco, que no fueron equipados. foto paco rodríguez