El PSOE ha programado solo en parte el cartel festivo y con un recorte del 50% sobre el 2009
22 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Gerardo Conde Roa se encontrará con varios asuntos que requerirán su atención inmediata cuando tome posesión. A esas alturas del año la agenda marca prioridades y, en este caso, las fiestas del Apóstol serán prácticamente la primera, al menos parte de su programación, que en buena medida está todavía en el aire. Los Fuegos quedarán prácticamente resueltos antes, pero el resto es otro cantar. Ahora mismo solo están concertadas actividades fijas, como los días del folclore y del traje gallego. El grueso de las actuaciones, salvo un concierto de Luz Casal que quedara aplazado en el Xacobeo, están pendientes, aunque la concejalía tiene contactos adelantados y reservas en espera de lo que diga el nuevo responsable del área.
Esa es una de las cuestiones que el alcalde en funciones, Sánchez Bugallo, indicó a Conde Roa que urgía abordar en la primera y única reunión que mantuvieron desde el 22-M para preparar el traspaso de poderes. Cualquier otro contacto quedó postergado, por decisión del popular, al menos hasta que se comunique la decisión del TSXG sobre los recursos electorales que plantearon PSOE y BNG. Esa decisión será desestimatoria, como se conoce ya, y se prevé que se comunique esta semana, aunque el plazo límite para ello no concluirá hasta el día 28.
Menos días
Con este escenario, el nuevo gobierno tendrá que entrar de lleno, y con rapidez, en el tema de las fiestas, pues apenas dispondrá de un par de semanas para cerrar contratos. Seguramente las celebraciones empiecen unos días más tarde de lo habitual. Y no solo porque el contexto político parezca abocar a ello, sino también por limitaciones presupuestarias. Los recortes llegarán al 50% respecto al 2009, según el actual edil, con lo que, salvo que el PP diga otra cosa, el presupuesto festivo no llegará a los 600.000 euros, al margen del coste de los Fuegos, que financia el Consorcio y que apenas ocuparán tiempo al PP. Esta no será una preocupación para el gobierno entrante, que sí se encontrará con una decisión urgente que tomar en el caso del Fórum Gastronómico.