Los extremos se tocan, pero menos

La Voz

SANTIAGO

09 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La versión norteamericana de nuestro 15-M está sorprendiendo a los analistas económicos de la primera potencia mundial, un poco desbordados. El movimiento Occupy Wall Street reclama la imposición de una tasa sobre las transacciones financieras internacionales, y eso resulta comprensible hasta para estos comentaristas respetuosos con los límites que impone la razón político-legal de su país, implacable, por ejemplo, con quien atraviesa una calle sin respetar el semáforo, pero dispuesto a perdonar la privatización de líneas genéticas de plantas o las prácticas que llenaron la banca de activos tóxicos.

Una tasa a los movimientos de capitales resulta comprensible -lo cual no quiere decir que vaya a implantarse-, a la vista de los daños que la evasión de impuestos causa al equilibrio fiscal norteamericano, directa e indirectamente. La prensa señalaba estos días que los países del Tercer Mundo envían cada año un billón de dólares a paraísos fiscales, bastante más de lo que reclaman en ayuda internacional, lo que pone una vez más en entredicho la eficacia de esa solidaridad tan costosa también para los norteamericanos.

Pero hay otras consignas de los okupas de Wall Street que ya no resultan tan digeribles. Como que pidan el fin del colonialismo «interior y exterior», que acusen al sistema económico de envenenar los alimentos o que exijan el final de los rescates a las entidades financieras.

Algunos analistas ven en esta última reclamación paralelismo con las proclamas del Tea Party, que tomó impulso protestando contra las ayudas públicas a la banca. Los extremos se tocan. Pero no son de esperar nuevas coincidencias. El Tea Party reclama menos impuestos; Occupy Wall Street, muchos más. Los observadores han de prepararse para un panorama cambiante. Los okupas no son un brazo de los demócratas para oponer a los radicales republicanos. Esto ya no es una cuestión de alas derechas o izquierdas. Es un pájaro nuevo que la crisis ha puesto en escena.