La Xunta impuso una multa de 900 euros a un restaurante ya cerrado que fue objeto de varias sanciones administrativas
17 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El Carpe Diem & Caserío sigue recibiendo sanciones después de muerto. Este mesón-restaurante, situado en el número 13 de rúa Bautizados, fue objeto de numerosas denuncias y el propio gremio hostelero respiró aliviado cuando el local cerró sus puertas. No obstante, el sector resalta que los establecimientos de restauración de Santiago rayan a un buen nivel y apenas se abren expedientes.
«Era unha ovella negra dentro da hostelería de Santiago», dice del Carpe Diem el presidente de la Asociación de Restauración, Jesús Sordo. El establecimiento acaba de recibir una sanción de 901 euros por infringir la normativa en materia turística. El expediente fue incoado el pasado 12 de junio, aunque en ese período el local ya estaba cerrado.
El motivo de la última sanción obedece a lo mismo que decenas de comensales expusieron en las redes sociales tras visitar el establecimiento: que publicitaba una cosa y ofrecía otra. El Carpe Diem fue cerrado transitoriamente durante seis meses por decisión administrativa al acumular varias sanciones, volvió a abrir y hoy exhibe el cartel de «Se alquila».
Pero Jesús Sordo resalta que este caso es una excepción y que en Turismo de Galicia son muy escasos los expedientes abiertos. Según la asociación compostelana, no llegan a tres los expedientes de sanción incoados cada mes, por término medio, en Compostela y entorno.
Es mayor el número de solicitudes del libro de reclamaciones, pero las denuncias que encierran muy pocas veces cuajan. «Había moita picaresca no sentido de reclamar e lograr o perdón do cobro da factura por parte do propietario para evitarse problemas. Xa non somos tan inxenuos e hoxe ameazar ao establecemento xa non vale. Ademais, os prezos son libres», señala Andrés Condide, gerente de la Asociación de Hostelería de Santiago. Agrega que incluso hay una tendencia descendente en la petición de ese libro.
Redes sociales
El hecho es que hay meses, según los hosteleros, en los que no se impone ni siquiera una sanción en materia turística a establecimientos. ¿Cuál es el motivo? «As redes sociais», responde Condide. Cada vez son menos los clientes que no arriesgan ni un ápice por miedo a las opiniones de Internet, que pueden hundir irremisiblemente un negocio. Son más excepcionales los expedientes abiertos en hospedaje que en restauración. «A hostelería de Santiago está no bo camiño», concluye Condide.
Los visitantes de Compostela, ya sin ovejas negras, tienen que saber que «a xente da hostalería de Santiago é rigorosa e respectuosa», recalca Jesús Sordo, quien alude a la reforma de numerosos establecimientos del Franco para ofrecer una imagen «máis novidosa e de calidade». El presidente del gremio es de los convencidos de que «hoxe aos turistas non lle podes meter de ningún xeito gato por lebre. Se vendes un produto conxelado tes que recoñecelo e explicalo», aclara.