Pelamios quiere respuestas

La Voz

SANTIAGO

09 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El lago del Auditorio y el río se desbordaron, pero no fueron los responsables de que el atrio de la capilla de Pelamios se convirtiera nuevamente en una piscina. Los sótanos de los edificios, como también ocurrió en Galeras, se inundaron y algunos comercios situados por debajo del nivel de la carretera tenían hasta veinte centímetros de agua. En Pelamios reconocen que la causa directa de este suceso, que se ha repetido en varias ocasiones este otoño, son las trombas inusuales de agua que cayeron el pasado mes de octubre y la de la pasada noche. Pero apuntan que los efectos habrían sido menores si las alcantarillas estuvieran limpias y no se dejaran las hojas en las aceras y en los jardines. En Pelamios, como en Galeras y en Vite, los vecinos consultados se preguntaban por qué no se retiran las hojas como hace años. Un vecino de Galeras aseguró que llenó varios contenedores de hojas, que sacó con sus propias manos de las rejillas del alcantarillado.

El aparcamiento de Galeras fue uno de los grandes damnificados de la riada. El agua que bajada desde Salvadas, Entrerríos y Costa de Santa Isabel acabó colándose por los accesos del aparcamiento. Ayer, durante todo el día eran visibles los efectos de la riada tanto en la primera como en la segunda planta. Incluso al mediodía el agua seguía filtrándose por la placa de la primera planta hacia la segunda. El párking abrió la tercera planta, cerrada desde hace tiempo, para atender a sus clientes.