El establecimiento recrea todos los espacios de este evento
24 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Cuando una pareja se propone organizar su boda comienzan las visitas a hoteles, pazos, restaurantes, casas rurales o paradores. Con un pequeño inconveniente, hay que imaginarse el comedor engalanado, las sillas envueltas en lazos rojos, los centros de mesa de orquídeas, o los juegos de luz del comedor. Están las fotografías y los vídeos, pero nada como vivirlo con los cinco sentidos. Esa es la filosofía que subyace detrás del montaje nupcial que el hotel monumento San Francisco inauguró ayer y que mantendrá abierto hasta el próximo 5 de enero.
Tal y como explica su director, Jorge San Martín, han elegido estas fechas porque hay muchas parejas de vacaciones y que pueden acercarse, y además es una época del año sin apenas bodas. A excepción de los novios y los invitados, nada falta en el montaje. La alfombra roja, las flores y centros de la entrada, las velas del claustro, una mesa decorada para la ocasión con una degustación de aperitivos, y la sala en la que se llevaría a cabo la ceremonia en caso de ser civil. Al pasar ya hacia la zona de la comida, hay dos opciones, el patio de cristal, con capacidad para hasta 350 comensales y cuyas mesas se han decorado con distintos modelos para que la pareja pueda elegir, y el comedor real, con algo menos de capacidad pero igualmente decorado.
Finalmente, le quedaría a los novios conocer la zona de baile, en la antigua bodega del convento, y la habitación estrella, que es como el hotel denomina a la que cede a las parejas que celebran su boda allí. Todo el montaje se complementa con dos pantallas de plasma en donde pueden verse los detalles que no se comprueban in situ, como los platos del menú. Eso sí, por treinta euros por persona y reserva previa, sí puede degustarse un menú compuesto por una selección de aperitivos, ensalada de bogavante, lomos de lubina salvaje, rape en salsa de ajo, solomillo de ternera gallega y una degustación de tres postres.
Un evento por día
Jorge San Martín explica que solo celebran una boda al día, sea de mañana o de tarde y aunque la crisis se nota, oscilan entre las 20 y las 40 al año. Entre los que acudan durante estos días a visitar los diferentes espacios se sorteará además un fin de semana y una cena.
crónica Montaje nupcial en el hotel monumento san francisco