La joven de Teo, de 7 años, ensaya con universitarias al estar por encima del nivel que tienen los niños de su edad
11 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Calza un 33 y mide poco más de un metro, pero cuando se arranca a bailar flamenco Hada Moreno se hace grande. La pequeña de 7 años afincada en Teo comenzó a taconear con tan solo 3 años en un cumpleaños. Viendo la reacción de la gente, decidió que eso era lo suyo.
Desde entonces ha pasado varios veranos en Madrid aprendiendo de bailaores profesionales. Actualmente ensaya en una academia compostelana y se la rifan de distintos centros de baile. Su talento ha llegado hasta Vigo o Londres. En Santiago da clases con un grupo de universitarios, al estar muy por encima del nivel que tenían los niños de su edad. Lejos de sentirse intimidada, se atreve a enseñarles a los mayores pasos de su propia cosecha.
Lo cierto es que Hada juega con ventaja. El duende gitano corre por sus venas. «Es genético, su abuela cantaba y tenemos mucha familia que se dedica a esto», explica su madre, Ángeles Jiménez. La pequeña creció escuchando flamenco desde que llegó al mundo. Y, mientras sus compañeras de clase escuchan a los OneDirection, ella machaca las sevillanas de Antonio Vargas, El Potito, y sueña con bailar con Sara Baras.
Un espectáculo
Verla en acción es todo un espectáculo. El pasado jueves fue la atracción de la Feria de Abril celebrada en el restaurante santiagués La de Jozelillo (rúa dos Feáns). La pequeña ya tiene un repertorio de fandangos, alegrías y sevillanas, pero en esta ocasión improvisó sobre la marcha acompañada por músicos en directo. Con su larga melena azabache, una cara angelical y un salero innato arrancó el aplauso de los comensales.
«No solo en el sur saben bailar flamenco», espeta con desparpajo en un descanso. Colorada y con cara de agotamiento sigue taconeando mientras saluda a la gente, como poseída por una fuerza mayor. «Desde las siete y media de la mañana está así, entra palmeando en el servicio de madrugadores del Colexio de Calo y por la noche sigue igual», cuenta su madre.
Hada ensaya de lunes a jueves. Entra a las ocho de la tarde y algunos días no sale hasta las once. Prefiere sus clases de flamenco a quedarse en el parque. «Juego luego, a la salida, si hay luz», le dice a su madre. Los estudios no se resienten. Su asignatura preferida es Lengua Castellana, pero a su corta edad ya no se plantea otra profesión que no sea la de bailaora.
hada moreno Jiménez bailaora