Despide su exitosa gira con «Moraima» en Santiago, donde dio sus primeros conciertos
19 dic 2014 . Actualizado a las 09:10 h.Andrés Suárez se reencuentra con la ciudad en la que comenzó su carrera para despedir esta noche en Galicia, con un concierto acústico en el Palacio de Congresos a las 21 horas, su exitosa gira con Moraima. El músico ferrolano interpretará también alguno de los temas nuevos que ha compuesto para su nuevo disco.
-Todo empezó en Santiago hace algo más de diez años...
-Eso es. Comencé en el pub Fonte Sequelo un martes. José y Carmen, en paz descansen, me dieron la primera oportunidad. Empecé a tocar aquí para diez o quince personas. Creo que me recorrí todos los bares que había en Santiago y fue algo progresivo.
-Ahora llena el Palacio de Congresos, ¡nada menos!
-No duermo cuando pienso en toda esa responsabilidad. Soy muy nervioso y, pensar que va a haber 1.500 personas y que tengo que estar a la altura de todo ese cariño, da un poco de vértigo. Hay gente que viene de Murcia, de Ourense, de Lugo... y gastan sus ahorros en ti para comprar una entrada, ¡con la que está cayendo en este país! No puedo fallarles, ni física ni psicológicamente. Por otro lado, hay una parte de equilibrio porque saber que nadie te ha regalado nada y que ha sido todo progresivo ayuda mucho. Esto no ha sido un Operación Triunfo, con todos mis respetos. Comencé de cero y el boca a boca, que es la superpotencia más poderosa que hay, hizo que esto creciera tanto.
-¿Qué queda de aquel estudiante de magisterio musical que tocaba en los bares de Santiago?
-En realidad yo era más de la cafetería que de entrar en clase, pero tenía que engañar a mis padres diciéndoles que iba a estudiar una carrera para que me dejaran salir de Ferrol y crecer. Lo que queda es absolutamente todo. No he cambiado en nada y hago lo mismo que hacía desde que empecé en el mundo de la música con 16 años. Lo único que ha cambiado es el aforo y el número de público para el que toco.
-En los últimos días anunció con entusiasmo este concierto por las redes sociales, ¿por qué es tan especial?
-Es muy especial porque, aunque dicen que nadie es profeta en su tierra, yo no recibo en ningún lago tanto calor como aquí. Además, juego en casa. Estarán mis padres, mis amigos... incluso gente de la facultad que ahora vienen con sus hijos. Este concierto no va a ser un punto y aparte en la gira, va a ser un punto y aparte en mi vida. El día 10 actúo en Madrid para 5.000 personas y luego me tomaré un descanso para asimilar todo esto.