«El libro es la biblia de las gordas»

La Voz

SANTIAGO

Álvaro Ballesteros

Las autoras de «Gordi Fucking Buena» dicen que aún no hay ropa en las tiendas para ellas

25 feb 2016 . Actualizado a las 11:42 h.

Elena Devesa (Santiago, 1984) y Rebeca Gómez (Barcelona, 1983) presentaron ayer en la librería Cronopios su libro Gordi Fucking Buena, una guía para «gordibuenas», con consejos de todo tipo.

¿Es una inyección de autoestima?

Rebeca Gómez. Es, como nos gusta llamarla, la biblia de las gordas. Sería para todas las gordas que tienen esa falta de autoestima y que están buscando ese sitio en una sociedad que delimita bastante los cánones de belleza, puesto que solamente las delgadas, las guapas y las rubias triunfan. Si despuntas algo para más gorda o de otra manera, no entra dentro de los cánones. Entonces, era necesario un libro así que representase a todas esas mujeres que no entran dentro de esos cánones.

¿Qué puede encontrar en el libro quien no responda al concepto de «gordibuena»?

Elena Devesa. Son el punto de partida tanto del proyecto WeLoverSize como del libro. Nos basamos en nuestra experiencia personal como gordas, obviamente. Pero, a lo largo de nuestra trayectoria, nos hemos dado cuenta de que los complejos, al final, son todos muy parecidos. Y todos tenemos complejos. Entonces, nos hemos encontrado con muchas niñas que nos dijeron: «Yo estoy delgada, pero ¿puedo ser "gordibuena"?». Es una forma de ponerle nombre a alguien que alguna vez se ha sentido acomplejado. Nuestro público no son solo gordas, sino que son chicas que han sufrido discriminación, rechazo... Mucha gente más mayor que nosotras nos dice: «Ojalá hubieseis existido antes porque me habríais ahorrado muchas lágrimas». De todo se aprende, nosotras también tuvimos que sufrir para llegar hasta aquí.

En el libro dan consejos, desde dónde comprarse la ropa, a cómo responder a los que te llaman gorda...

E. D. Es una guía para todo. De hecho, tenemos muchas fans que ya lo han leído y nos dicen: «Sé que lo voy a leer muchas veces a lo largo de mi vida».

¿Es tan grande el imperio de la imagen en la sociedad?

R. G. Totalmente. Es tu carta de presentación. Es más válido como vistes, tu talla de pantalón, que tus estudios.

En el libro también hablan de la obesidad mórbida, ¿dónde está el límite?

E. D. No ponemos límites de kilos. Obviamente, la salud prima por encima de todo. Puedo pesar 150 kilos y no tener problemas de salud, y pesar 80 y tenerlos. Somos las primeras que nos cuidamos, que intentamos siempre perder unos kilos para estar más cómodas, más ágiles... La hipocresía no va con nosotras, somos muy conscientes de que no hay ningún gordo que no quiera adelgazar. Pero no quiere adelgazar para quedar delgado, que esa es la diferencia, sino para estar saludable, para tener hijos... Con 15 años no quieres adelgazar por eso, sino por motivos erróneos. El adelgazamiento saludable llega por los motivos correctos, que es buscar lo mejor para ti y no por lo que piensen los demás.

¿Cuál es el principal consejo a una «gordibuena»?

R. G. Yo diría que aprender a mirarte en el espejo y no avergonzarte de lo que ves, a quererte. Es muy fácil decirlo, pero complicado de conseguirlo.

En los últimos tiempos ya hay pasarelas para tallas grandes, ¿se ha dado mayor visibilidad a las «gordibuenas»?

R. G. Ha habido un cambio, pero es algo pasajero. Somos positivas y pensamos que es el principio del cambio. Es el bum de las «gordibuenas».

E. D. Es el inicio del camino, pero aún hay mucho por hacer. Alguien que no lo ha sufrido piensa que ya tenemos acceso a comprarnos la ropa que nos dé la gana, a tener una vida normal... Y no es así, porque vamos ahora de tiendas y no podemos comprar. Todo lo que llevamos es de Internet. Entonces, el cambio no es real, desgraciadamente es solo moda, pero esperamos que cambie.