El primer autobús que llega a Lavacolla sale de Santiago a las 6.20 de la mañana y llega al aeropuerto a las 6.45, justo cuando despega la aeronave de Iberia Express a Madrid. Pero tampoco hay posibilidad de alcanzar los otros vuelos que parten antes de las 7.00 y, además, ningún viajero se arriesgaría a una conexión con un horario tan apretado.
El siguiente viaje de la línea de Freire arranca de Santiago a las 6.50 y arriba al aeropuerto a las 7.15. Y el último autobús de Lavacolla a Santiago parte a la 1.00 de la madrugada. Las salidas son cada media hora y el billete cuesta tres euros la ida y 5.10 la ida y la vuelta.
«Nosotros nos atendremos a lo que diga la Xunta, o empezar antes o acabar antes», indica Gaspar Freire, quien cree que no es mucho el caudal de viajeros que se pierden a primera hora de la mañana por las características del vuelo. Aclara que la Xunta en sus decisiones se atendrá «al interés general, y nosotros dependemos de ellos».
La línea de concesión autonómica de Freire entre Santiago y Lavacolla es la única de Galicia que está subvencionada por la Xunta dado que, a tenor de los datos que llegan a la Administración gallega, es un servicio deficitario. La amplitud del horario a primera hora de la mañana, como sugerían el aeropuerto y la propia empresa, tropieza con el hecho de que la Xunta ya subvenciona lo que hay «y cualquier servicio a mayores tendrá que ser a riesgo y ventura del concesionario», aclara Infraestruturas. Freire aspiraba a que lo financiase la consellería. Xunta y concesionaria acordaron el pasado mes de noviembre seguir manteniendo el actual horario.