El Obradoiro sufrió su peor curso con las lesiones en la ACB

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOÁN A. SOLER

Waczynski se perdió siete partidos, Brown cinco y Triguero cuatro

31 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El Obradoiro está obligado a asumir riesgos año a año porque maneja presupuestos que no estiran. Y una de las claves del éxito en temporadas precedentes remite a que las lesiones nunca hicieron grandes estragos. En esta tampoco, pero pasaron una factura más cara. El colectivo de Moncho Fernández perdió doce partidos por menos de diez puntos, y siete de ellos por cinco o menos. Y en ese contexto los pequeños detalles cobran más relieve.

Desde que regresase a la ACB hace cinco años, curiosamente la campaña con menos percances físicos fue la primera, en la que el equipo tenía una media de edad más elevada, con una plantilla en la que sobresalían los treintañeros. Le sigue la de la histórica clasificación para el play off. Este curso, sin embargo, con el plantel más joven, ha sido el más accidentado.

Waczynski, que durante la primera vuelta fue el máximo anotador de la Liga Endesa, jugó mermado varias jornadas por molestias en la espalda. Y cuando ya se notaba de nuevo en su mejor nivel físico, se seccionó dos tendones de la mano izquierda. Se perdió mes y medio, y reapareció en la última jornada. Dejó de participar en siete encuentros.

Triguero estuvo casi un mes fuera de combate, tiempo en el que se perdió cuatro partidos. Entre ellos el del Manresa en Sar, el único en el que también causó baja McGrath. El pívot de Gandía regresó ante el Andorra, pero tardó en recuperar el tono físico.

Alec Brown se perdió buena parte del trabajo de pretemporada. Debutó en la quinta jornada, ante el Gipuzkoa Basket, con una participación casi testimonial. Y tampoco jugó en Málaga.

Con tregua y sin tregua

Hace dos años el Obradoiro también sufrió bajas importantes. Minnerath no terminó de encajar en el equipo y emigró a la liga francesa. Y de un plumazo, en la vigésima jornada, el colectivo perdió a Oriol Junyent, lesionado, y a Muscala, reclamado por los Atlanta Hawks. Pero para entonces ya sumaba nueve victorias y pudo rearmarse sin prisas, con las incorporaciones de Berzins, Guillén y Peterson.

En esta ocasión, el Obra llegó a la vigesimosexta jornada con solo siete triunfos en su casillero, tras caer ante el Gran Canaria, en el duelo en el que se lesionó Waczynski. Por vez primera en cinco años el club acudió al mercado de fichajes no tanto para cubrir vacantes cuanto para buscar un cambio de inercia. Y lo consiguió. Esa semana llegaron Maric y Kolesnikov. Y un mes más tarde, Vasileiadis.

En las últimas ocho jornadas el equipo consiguió tres triunfos que le valieron para certificar la permanencia en la Liga Endesa y acabar decimoquinto.