El neurocirujano y presidente de la Comisión de Docencia del CHUS confía en que se modifique en septiembre el proyecto para formar especialistas médicos
16 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La polémica que se mantiene en los últimos años, y de la que están pendientes cientos de titulados en Medicina, sobre el posible cambio del sistema de especialización para ejercer en la sanidad parece que llega a su fin. El neurocirujano Miguel Gelabert, presidente de la Comisión de Docencia del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), avanza que el 27 de septiembre está convocada una reunión en Madrid sobre el asunto, que se prevé definitiva para confirmar el nuevo modelo: «Están aprobadas las competencias y las nuevas programaciones, y todo parece indicar que el próximo año comienza el nuevo sistema», dice.
Es un tema que preocupa a las sociedades científicas y a los centros acreditados para formación. Entre ellos el CHUS, que en mayo despidió a 68 nuevos especialistas de 36 especialidades diferentes y recibió a 64 (siete de países extranjeros), para formarles en 37 especialidades. Ahora, quienes realizan una especialidad médica pasan cuatro años como residentes en el servicio de esa especialidad del hospital, y cinco si es una especialidad quirúrgica. Es un sistema bien valorado.
«Es un poco justo empezar el nuevo mir en el 2017, pero parece que será, en el Ministerio de Sanidad lo dan por hecho», asegura Gelabert. «Desde Santiago se han presentado alegaciones para tratar de mejorar algunos aspectos, y confiamos que se tendrán en cuenta y se introduzcan esas modificaciones», agrega. Varias especialidades han manifestado preocupación por los cambios. Quienes se forman por el sistema mir son muy importantes: asumen una carga de trabajo relevante y, en hospitales como los públicos de Santiago, se adhieren a proyectos de investigación. Aunque durante los años en que residen en un servicio concreto suelen rotar por otros para completar su formación, incluso salir a centros del exterior con el mismo fin -también a Santiago vienen mir de otros hospitales- el servicio cuenta con ellos para su programación asistencial, guardias y demás. Cumplen una función muy destacada.
Polémico tronco común
Con el nuevo sistema: «En cirugía en vez de permanecer cinco años adscritos a un servicio, tendrán dos años de programa sobre un polémico tronco común; y se reducen a tres los años específicos en el servicio de una especialidad». Así, en vez de pasar cinco años en Neurocirugía, Plástica, Urológica, Cardíaca, u otra, como ahora, los dos primeros serán comunes; solo permanecerán tres en un servicio.
Algunas especialidades valoran que el tiempo para formarles va a ser justo; y a los nuevos especialistas podría perjudicarles no tener tantas oportunidades como ahora para la enseñanza de la especialidad, cada vez más compleja. Y podría resentirse además la asistencia. Gelabert prevé que la situación mejore con las modificaciones que se introduzcan en septiembre.
En todo caso, quienes vengan a Neurocirugía en Santiago encontrarán un servicio de referencia para cirugía del párkinson o la epilepsia; y con profesionales reconocidos, como Miguel Gelabert, quien este año ha recibido la insignia de oro de la Sociedad Española de Neurocirugía, en Neuroiberia, un congreso en Estoril: «Mis colegas quisieron reconocer así mis aportaciones en el Comité de Planificación y Ética», indica.
Miguel Gelabert. Preside la Comisión de Docencia, que hace seguimiento de la formación de nuevos especialistas en el CHUS.
Mir. El sistema para formar mir (médicos internos residentes, los nuevos especialistas), pretende introducir un tronco común, y reducir la residencia.