Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

Deividas Dulkys aprende rápido

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

LOF

El alero lituano hizo los deberes antes de debutar en Manresa

18 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Con una sesión de entrenamiento y unos cuantos vídeos le bastó a Deividas Dulkys para debutar con el Obradoiro en Manresa sin que pareciese un recién llegado. Moncho Fernández le dio la alternativa mediado el primer cuarto y el lituano correspondió con dos triples, un tiro libre, cuatro rebotes, tres asistencias y tres robos de balón en 21 minutos.

Gonzalo Rodríguez, ayudante del Alquimista de Pontepedriña, explica las claves de tan rápida adaptación: «Conociéndolo de estos días, tiene toda la pinta de ser un chico bastante listo. Por otra parte, desde que bajó del avión, Víctor, que es quien se encarga del scouting propio, no ha parado de enseñarle vídeos de partidos y de las piezas que prepara Dan Petts de nuestros entrenamientos de cinco contra cero».

Advierte de que todavía es pronto «para hacer un análisis muy profundo» sobre el jugador. Pero ya hay algunos detalles sobre el perfil de Dulkys: «Sabíamos que era muy atlético, pero no hasta que punto. Tiene unas piernas muy poderosas. Puede defender a jugadores de perímetro de todo tipo».

Uno para todos, todos para uno

Volviendo sobre la buena adaptación en Manresa, apunta también en otra dirección, la de los mosqueteros: «Tenemos un equipo bastante inteligente. Los cuatro que estuvieron con él en pista supieron adaptarse a qué cosas sabía y cuáles no. Los bases estuvieron muy pendientes de no marcar acciones que eran desconocidas para Dulkys. El equipo estaba esperando a un jugador que nos ayudara y el jugador puso todo de su parte y más».

El cuerpo técnico santiagués se quedó primero sin Urtasun. Y a los cinco minutos de subir el telón de la Liga Endesa, sin Corbacho. Los dos estaban llamados a ser el eje alrededor del cuál fuese girando el baloncesto del Obradoiro esta campaña. Y ahora se incorpora Deividas Dulkys.

Tanto percance ha obligado a los entrenadores a realizar ajustes. La clave está en la «flexibilidad», en palabras de Gonzalo Rodríguez: «Somos un equipo bastante flexible. Hay un bloque de contenidos que es el juego libre, en ataque, que hacemos cada año y lo personalizamos con el tiempo. Para Txemi y Alberto había cosas preparadas. Txemi puede jugar pick and roll y dribling. La baja de Alberto deja situaciones de juego algo huérfanas porque era el protagonista. Dulkys puede desarrollar algunos conceptos que ellos hacían. Hubo que cambiar el enfoque, más a nivel ofensivo. Esta semana ya iremos metiendo más cosas. No es lo mismo tener al jugador equis que al zeta, y hay que adaptarse. Dulkys no es ni uno y otro».

En pretemporada parecía que el Obradoiro iba a jugar partidos a ochenta puntos o más. En las tres últimas jornadas bajó mucho el índice de anotación. Gonzalo Rodríguez explica que se debe más a la falta de acierto que a que se buscase un ritmo de menos posesiones: «Desde siempre, le damos un gran valor a la defensa y al control de las posesiones. Intentamos minimizar las pérdidas de balón, que no haya desorganización ofensiva, además de jugar mucho con el pase. Si a esto le sumas el acierto, se ven más puntos. Si no, está la defensa».

Abunda en la explicación: «A veces, cuando intentas jugar con orden e inteligencia acabas alargando las posesiones. Pero no como algo preconcebido. Buscamos el tiro bueno, liberado. Puede ser en el segundo cinco, o en un contragolpe, o en un ataque largo. Lo que nos diferencia de muchos equipos es que podemos jugar muchos segundos de posesión manteniendo el orden. Otros tienen otro estilo. Si los sacas del objetivo principal de la jugada, ya van a algo más rápido como el uno contra uno o el pick and roll. Nuestro baloncesto pretende que haya más respuestas».