«Ver prendas con las que trabajaste en cualquier parte del mundo hace ilusión», afirma
11 dic 2017 . Actualizado a las 00:41 h.La compostelana Beatriz Moreira acabó Deseño de Moda en julio pasado, ejerce como profesional en Zara desde agosto y en noviembre su colección ganó el premio Despunte 2017, el desfile que organiza la Escola de Arte e Superior de Deseño Mestre Mateo, donde estudió. «El mundo de la moda va muy rápido», dice. Antes estudió en La Salle, se formó en Topografía, trabajó en Madrid e hizo «pequeñas cosas como estilista autodidacta. Pero para formarme como diseñadora decidí regresar y fue un acierto».
-¿Por qué un acierto?
-Mi experiencia en Mestre Mateo fue muy enriquecedora, en el sentido de que adquieres conocimientos integrales de todo lo relacionado con la moda. Eso sí, te tiene que gustar. Mucha gente habla de la moda, todo el mundo la juzga, pero en realidad te tiene que gustar totalmente para que puedas soportar el volumen de trabajo, que es mucho, y la dedicación plena que exige.
-¿Hay mucha presión?
-Además de las temporadas de verano e invierno, tienes que estar al día en un montón de cosas, porque ese famoso, esa película, o lo que sea puede ser importantes para que un producto salga adelante. Tienes que estar a tope con todo. Y todo es para ayer, porque si tardas se pasa el tren. Coges ese ritmo y lo sigues para todo, incluso personalmente, en la vida diaria.
-¿Es difícil Deseño de Moda?
-Los estudios exigen mucho tiempo y estar totalmente conectado cerebro-mano, pero también los disfrutas. Es maravilloso descubrir en la Escola Mestre Mateo la historia de moda, del producto en general, patronajes, dibujo técnico, aprender a hacer complementos y calzado, conocer el valor de la artesanía...
-¿Trabaja con artesanía gallega?
-Me interesan tejidos como el lino y otros productos característicos gallegos. En Mestre Mateo se ve, además, cómo cada estudiante coge su camino y asienta su estilo de forma natural.
-¿Cómo es la colección ganadora del Despunte 2017?
-Está inspirada en El bosque animado, de Wenceslao Fernández Flórez. Parte de una estética bastante nórdica y pretende mostrar las siluetas de la naturaleza desde tres puntos de vista: el del autor, hace 70 años; mi modo de ver hoy la fraga de Cecebre, donde se ambienta esa obra; y apoyándome en una película. He utilizado tejidos orgánicos, bordados a mano con hilo reciclado o sombreros de madera, con una dualidad estética de conceptos del ayer y del hoy que siempre me ha parecido muy interesante.
-¿Fue difícil hacerla?
-Compaginé las prácticas en una empresa de Arteixo con su elaboración. Me orientó la tutora del centro y tuve ayuda de varios artesanos, que enriquecieron mucho la colección. Así, hacer unos sombreros de madera ponibles fue un reto, pero un artesano de Rianxo captó la idea. Supuso mucho diálogo y muchas horas de trabajo.
-¿Responde el mundo laboral a lo que pensaba y a su preparación en Mestre Mateo?
-Sí, aunque quizá ayudó también mi experiencia. En la empresa tienes que prestar más atención a los detalles, a esos elementos técnicos que aprendes en la escuela para saber trasladarlos. En el mundo laboral aprendo cosas nuevas todos los días. Te gustan tus pequeñas cosas propias, pero poder aportar a una gran empresa, trabajar en equipo y ver esas prendas con las que trabajaste en cualquier parte del mundo, o incluso cuando salgo en Santiago, eso hace mucha ilusión.
-¿Cómo se viste en Santiago?
-Es una ciudad con muchos grupos, muchas culturas y quizá ahí está la clave de que puedas ver prendas y estilos totalmente diferentes. Eso la hace una ciudad todavía con más encanto. En Santiago se viste con mucha más personalidad que en otras ciudades, la gente va menos uniforme, y eso es maravilloso.
Diseñadora. Beatriz Moreira estudió Deseño de Moda en la Escola Superior de Arte e Deseño Mestre Mateo entre 2013 y 2017. Acabó en julio.
Premiada. Ganó el premio Despunte 2017 con la colección Silhouëtten. La elaboró a partir de la narrativa El bosque animado, de Wenceslao Fernández Flórez.