González Formoso quiere fijar las bases del socialismo coruñés en las municipales

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTIAGO

SANTIAGO

Xoán A. Soler

Integra a su rival en primarias, Mercedes Rosón, en la secretaría de Cultura, y confirma a Lage Tuñas en Organización

13 ene 2018 . Actualizado a las 22:47 h.

Los socialistas gallegos van completando su complejo sudoku de primarias y cónclaves, y con la celebración del congreso coruñés solo falta por resolver la ejecutiva provincial ourensana. Pero eso será la próxima semana. El protagonista este sábado era Valentín González Formoso, que ganó con autoridad en las urnas en diciembre y que ya es un elemento con peso específico dentro del delicado ecosistema que le han dejado las alianzas y las votaciones al secretario general, Gonzalo Caballero.

Apenas se conocen todavía, pero ambos compartieron abrazos, aplausos y deseos, conscientes de que el futuro del PSdeG depende en buena medida del comportamiento de los socialistas en la provincia más poblada y urbana de Galicia. El presidente de la Diputación de A Coruña tiene ante sí el reto de recuperar influencia política ante las sucesivas mayorías populares y la irrupción de las mareas, y esa reconquista pasa por la próxima cita electoral, las municipales. Para ejemplificar su estrategia no se anduvo con rodeos. Formoso recurrió a la gloria de Felipe González en 1982, que vino precedida de un intenso trabajo en las locales de 1979, cuando el PSOE obtuvo un tercio de los votos y se consolidó hasta hoy como la referencia de la izquierda.

Respaldo del 86 %

Con estos objetivos, el también alcalde de As Pontes presentó ante el congreso una ejecutiva con los mejores baluartes locales bien situados, y repartió las vicesecretarías entre los alcaldes de Pontedeume, Bergondo y Cariño; como primeros espadas también cuenta con el regidor de Oroso y vicepresidente de la Fegamp, Manuel Mirás, que se hará cargo de la política municipal; y José Manuel Lage Tuñas, que será el secretario de Organización. El alcalde de Dumbría, Xosé Manuel Pequeno, aceptó la presidencia del partido en la provincia. La concurrencia avaló la propuesta con un 86 % de votos a favor.

A diferencia de Caballero, que no incorporó a miembros de la candidatura de su rival en primarias, Formoso ha configurado una comisión ejecutiva con guiños a la integración. En los días previos ya había trascendido el intento de incluir a alguno de los apoyos señalados de Mercedes Rosón, que compitió con el de As Pontes por controlar el aparato coruñés. Al final ha sido la propia exconcejala compostelana la que se ha integrado en el equipo para hacerse cargo de la secretaría de Cultura, que es su especialidad profesional.

Ese gesto ya se intuyó en las primeras horas del congreso, cuando Formoso propició una ovación para la rival de las primarias, a la que invitó a dejar atrás las «loitas orgánicas» para concentrar los esfuerzos en poner a disposición de la sociedad a los mejores «equipos humanos», una pista de por dónde le gustaría que discurriesen los movimientos en los próximos meses para elegir a los alcaldables.

La intervención de Caballero estuvo en sintonía con la del gran protagonista del día. Las llamadas a la unidad y a ser la referencia de la izquierda fueron una constante, aunque el secretario general ya da por hecho que hoy son «máis fortes» que hace un año.