Las ayudas de la Xunta por los incendios de octubre ascienden a 22 millones

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTIAGO

SANTIAGO

RAMON LEIRO

El vicepresidente Rueda recomienda a la oposición «viaxar máis» tras la críticas por la misión comercial a Israel

01 feb 2018 . Actualizado a las 15:30 h.

El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, lideró la reunión semanal del Gobierno ante el viaje de Feijoo a Israel. El Consello dio cuenta, entre otras cuestiones, del balance de las ayudas por los incendios forestales de octubre, cuyos plazos de petición finalizaban cumplidos los tres meses en la mayoría de los casos. Algunos están todavía por resolver, como es uno de los 15 solicitantes por daños personales (hasta 75.000 por fallecimiento y otras cantidades por lesiones), aunque el titular de Presidencia auguró que estaría zanjado en breve. Además, desgranó algunos datos que en total suponen un montante de 22 millones de euros repartidos entre más de 1.200 solicitudes.

Las partidas más importantes se mueven en dos ámbitos, el de los daños en establecimientos y negocios, con 5 millones de euros, y los referidos a la reposición de pérdidas en el medio rural, con otros 5 millones. Las sociedades de caza reclamaron unos 500.000 euros, el realojamiento de nueve familias costó 30.000 y la reparación de casas se llevó unos 2 millones.

Por otra parte, el vicepresidente salió al paso de las opiniones de la oposición sobre la misión comercial que lideran Feijoo y el conselleiro de Economía esta semana en Israel. Para Rueda, los grupos parlamentarios están instalados en la crítica permanente «incluso cando Feijoo vai a Madrid» y les recomendó «viaxar máis» para que sean conscientes de la importancia de las relaciones internacionales para mejorar la proyección de Galicia y la atracción de inversores. Precisamente el Consello también aprobó la Estratexia de Acción Exterior de la Xunta, que, coordinada con el Ministerio de Asuntos Exteriores, tiene cuatro objetivos básicos: promover la lengua y la cultura gallega; defender los derechos de la diáspora; impulsar las relaciones económicas; y señalar como zonas preferentes el norte de Portugal y los países lusófonos.