Milagros Pedreira: «A la mujer le perjudica tener síntomas del infarto diferentes a los del varón»

JOEL GÓMEZ SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOÁN A. SOLER

Avanza que el CHUS ha iniciado una nueva unidad, muy especializada, que se centra en mejorar la cardiología femenina

01 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las cardiólogas del CHUS defendieron recientemente la necesidad de una mayor visibilidad de las dolencias cardiovasculares de las mujeres. Una de estas especialistas, Milagros Pedreira, insiste en este asunto desde el 2005, cuando fue la primera coordinadora de un grupo de trabajo para ese fin, de la Sociedad Española de Cardiología. En el último congreso de esta entidad regresó a ese puesto, ahora compartido con Antonia Sambola, de Barcelona: «Ahora el grupo es mucho mayor, al integrar todos los ámbitos de la cardiología, que comparten la misma preocupación e inquietud por estudiar y tratar mejor estas dolencias en la mujer», explica Pedreira.

-¿Por qué esta preocupación?

-Se dice que la enfermedad cardiovascular afecta más a los varones; y en cifras absolutas es así. Pero si se tienen en cuenta los porcentajes de riesgo y mortalidad, las mujeres mueren más por infarto de miocardio.

-¿Cómo es que mueren más?

-Pueden influir diversos factores. Uno, muy relevante, es que a la mujer le perjudica tener síntomas del infarto diferentes a los del varón, como ocurre con frecuencia. Lo más habitual es que quien sufre un infarto describa dolor y opresión en la zona del corazón, que se irradia al brazo izquierdo. En la mujer no siempre es así: puede sentir frecuentemente dolor en la espalda, brazos, mandíbula, y en ocasiones solo notar muchísima fatiga y una falta de aire difícil de explicar.

-¿Repercute eso en la asistencia?

-Si, porque no siempre se identifican esos síntomas con un ataque cardíaco y eso retrasa la búsqueda atención médica. Además, en ocasiones hay profesionales que no valoran bien algunos de esos síntomas, más complejos de identificar. Por eso se recomienda, ante cualquier sospecha, hacer un electrocardiograma, para identificar e iniciar el tratamiento a la mayor brevedad.

-¿Cómo afecta esa demora en la atención?

-El retraso en el diagnóstico y la atención empeora el pronóstico. Está comprobado que es muchas veces la causa de más efectos adversos, como mayor incidencia de insuficiencia cardíaca o de mortalidad. Así lo confirman registros como el promovido por Belén Cid y García Acuña en el Clínico de Santiago, o el Sirena de ámbito estatal. La Sociedad Española de Cardiología y la Fundación Española del Corazón orientaron campañas para pacientes y profesionales sobre esas diferencias, que exigen estar muy alerta para identificar más precozmente en la mujer problemas como el infarto de miocardio o la angina de pecho.

-¿Hay medios para mejorar?

-Lo más importante siempre es llegar rápido a urgencias del hospital, lo mejor en una ambulancia del 061, que tiene el programa Progaliam de atención al infarto, con muy buenos resultados.

«Existe inquietud y preocupación para tratar mejor las dolencias cardíacas de la mujer»

«En rehabilitación hay menos mujeres, priorizan cuidar a otras personas más que a sí mismas»

«Vemos que el tabaco daña más el corazón de las jóvenes»

«El desarrollo vertiginoso de la cardiología en las últimas décadas supuso un notable descenso de la mortalidad cardiovascular en los últimos años, más en varones. Además, ahora la investigación favorece mejor atención y abordar aspectos a los que antes no se llegaba», sostiene Milagros Pedreira. Se formó en Santiago y se especializó en el extranjero.

-¿Cómo es la realidad del infarto en el área sanitaria de Santiago?

-Entre 2008 y 2016, en el Clínico se atendieron 1.499 pacientes con infarto agudo de miocardio con elevación del ST, el más grave. Eran mujeres 353, el 24 %; pero presentaban características de una mayor gravedad.

-¿Qué características?

-Su edad media, de 65 años, era mayor; y con más factores de riesgo, que penalizan mucho el pronóstico, como hipertensión, el 50 %, y diabetes el 22 %. Y merece destacarse el grupo de menores de 50 años, muy fumadoras, también con peor pronóstico y mayor mortalidad que los varones de la misma edad. Vemos que el tabaco daña más el corazón de las jóvenes, y que muchas persisten en fumar después.

-¿Cómo influye fumar después de sufrir un infarto?

-Aumenta el riesgo de padecer otro, y peor; con más mortalidad.

-¿Es habitual sufrir otro infarto?

-El primer año es el de mayor riesgo, para sufrir otro infarto o un evento cardíaco que se puede manifestar con muerte súbita o insuficiencia cardíaca. Se evita si se controlan bien factores de riesgo como la tensión arterial, colesterol, diabetes, peso, no fumar, y una buena alimentación y estilo de vida. Puede ser complicado, pero hay ayudas.

-¿Qué ayudas?

-Sobre todo las unidades de rehabilitación cardíaca. Otro aspecto importante, reconocido internacionalmente, es la menor presencia de mujeres en rehabilitación cardíaca, un 20 % como mucho. Es así porque muchas mujeres priorizan cuidar a otras personas más que a sí mismas.

-¿Acuden muchas mujeres a las consultas de cardiología?

-Depende de la patología: un 40-45 % en insuficiencia cardíaca y arritmias, un 50 % en hipertensión, un 35 % en cardiopatía isquémica...

-¿Se justificaría una unidad de cardiología de la mujer?

-En cardiología del Clínico hemos iniciado, con dirección de González Juanatey, una unidad de enfermedad cardiovascular de la mujer, que yo coordino, además de Amparo Martínez y Pilar Mazón. Participan todas las áreas de cardiología y colaboran otras especialidades, como reumatología. Su único fin es que las mujeres vivan más y mejor.