No hay indicios de tráfico de influencias en la relación de la constructora con Espadas
20 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Otra pieza separada del caso Pokémon se le viene abajo a la jueza Pilar de Lara. La investigación de supuesto tráfico de influencias por la relación entre la empresa constructora compostelana Unika Proyectos y Obras y el que fuera jefe de gabinete de Gerardo Conde Roa en el Concello, Ángel Espadas, no sustenta la existencia de delito alguno, por lo que el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago, Andrés Lago Louro, decidió el sobreseimiento provisional y archivo de las diligencias.
Pilar de Lara decidió en mayo del 2016 ampliar las investigaciones en torno a Unika tras considerar que había indicios de tráfico de influencias a partir de las conversaciones telefónicas grabadas por el Servicio de Vigilancia Aduanera, que actuaba en funciones de policía judicial a las órdenes de la jueza de Lugo, entre el administrador de la constructora, Francisco Sánchez Varela, y Ángel Espadas Díez. De Lara incoó diligencias previas, pero al no existir relación con las investigaciones relacionadas con Vendex y Aquagest que centraron el caso Pokémon -en el que ya era investigado Espadas- constituyeron materia separada de este y fueron remitidas a la sede judicial compostelana. En el punto de mira de Pilar de Lara y el SVA estaban numerosos contratos de Unika con diversas administraciones públicas, tanto de Galicia como de otras comunidades españolas, en los que buscaron indicios de la mediación de Ángel Espadas en favor de esta empresa. El resultado fue «un conjunto considerable de documentación», explica el magistrado Lago Louro, alusiva a presuntos amaños en procedimientos administrativos sustentados en conversaciones telefónicas. «Sin embargo, del análisis del contenido de las mismas no se desprende que hubiere llegado a concretarse actividad delictiva alguna», afirma el juez. En su resolución, explica que «no se concreta de qué modo o en qué forma ha podido vulnerarse la normativa administrativa» que regula los expedientes citados objeto de las pesquisas, «a cambio de alguna dádiva, promesa o ventaja de algún tipo que anteponga el interés particular a la vigencia de los principios de legalidad, objetividad e imparcialidad que ha de regir en este tipo de contrataciones».
Lago Louro afirma que las conversaciones telefónicas «poco aportan» y los informes del SVA no han logrado superar la generalidad e imprecisión que resulta de tales conversaciones». Las grabaciones son insuficientes «si de las palabras no se pasa a los hechos, y esto es lo que cabalmente acontece en este caso», resuelve el magistrado en el auto firmado el 12 de junio.
Indefensión y graves daños a la empresa compostelana
El administrador de Unika, Francisco Sánchez Varela, mantuvo en todo momento, cuando se conoció la investigación de Pilar de Lara sobre su empresa, que no existió ninguna irregularidad ni delito en las actuaciones de la constructora, lamentándose al mismo tiempo de la «terrible indefensión» que sufría y del daño a la imagen de la compañía. Las conversaciones grabadas por el SVA entre él y Ángel Espadas eran, según las explicaciones del administrador, las normales entre empresa y trabajador sin que de ellas se desprendieran indicios delictivos, como ahora constata el juez. Ángel Espadas fue fichado en el 2012 por Unika, donde trabajó seis meses y no consiguió ningún contrato. Había dejado poco antes el Concello, tras la dimisión de Conde Roa, y sus pasos ya eran seguidos por el SVA.