El último programa que permitió visitar a la obra del maestro Mateo se puso en marcha en marzo del 2013
28 jul 2018 . Actualizado a las 01:26 h.El pórtico de la Gloria se reabre hoy al público, tras cinco años sin ver pasar a sus pies al pueblo llano. El último programa de visitas a la obra del maestro Mateo se puso en marcha el 13 de marzo del 2013. Aunque, con tres diferencias sustanciales respecto a ahora: en esta ocasión son gratuitas, no se puede hacer reserva (se entrará por orden de llegada a la escalinata del Obradoiro, en grupos de 25 personas) y el monumento ya no está cubierto por andamios. Es decir, por primera vez se podrá disfrutar de la policromía recuperada en todo su esplendor. Además, no habrá un servicio de guía, pues pretende que sean recorridos ágiles -de no más de 15 minutos- para que puedan vivir esta experiencia cuantas más personas mejor, entre las ocho de la mañana y las diez de la noche.
Un folleto y un vídeo explicativo servirán para poner el contexto la monumental obra, que cuenta con más de 200 figuras de granito, más vívidas que nunca, después de diez años de minuciosa restauración. Pero, ¿cuáles son las imágenes más significativas?
1. Apóstol Santiago. El patrón de la ciudad y figura sobre la que se asienta el fenómeno jacobeo se encuentra en el parteluz que divide el arco central. Aparece sentado en un trono, portando en su mano izquierda un báculo y en la derecha un mensaje que originalmente decía Misit me Dominus (me envió el Señor), aludiendo a su misión apostólica en España.
2. Cristo redentor. Justo sobre el Apóstol, muestra sus llagas como símbolos del triunfo sobre el dolor y la muerte. Ubicado en el tímpano, que representa el Apocalipsis, lo rodean los cuatro evangelistas.
3. Sonrisa de Daniel. A la izquierda de Santiago, está la columna de los profetas. El tercero por la derecha es Daniel, cuya sonrisa se ha hecho famosa por ser la más enigmática del románico. La leyenda cuenta que sonríe ante la voluptuosidad de la figura que tenía enfrente, para unos la reina Esther y otros la de Saba.
4. Santo dos Croques. En la parte posterior del parteluz, a ras de suelo, hay una figura de rodillas. Se dice que es el propio maestro Mateo que, en un principio se representó al junto a Cristo y, tras ser recriminado por el Obispo, cambió esta por una escultura en posición sumisa hacia el altar mayor. Con los años, acabó convirtiéndose en una tradición popular la de que los peregrinos le diesen tres cabezazos en la frente, al creer que transmitía sabiduría, incluso que cumplía deseos. El contacto causó un grave deterioro [como se aprecia en la foto]. El deán de la Catedral sugirió este mes poner un panel de metacrilato para recuperar la tradición.
5. Castigo de la blasfemia. En la contrafachada, que forma parte del Pórtico, se encuentra un curioso capitel al sur de la puerta central. En él dos monstruos, armados con una soga y tenazas, tratan de arrancar la lengua al blasfemo.
6. Ancianos del Apocalipsis. Coronando el arco central, en la arquivolta, los 24 ancianos con redomas de perfume afinan sus instrumentos. Arpas, salterio, laúd, fídulas o el organistrum central, que por su tamaño debía ser tocado por dos músicos, uno encargado de girar la manivela y el otro de pulsar las teclas.
No se podrá entrar con mochilas, bastones, bolsas ni sacar fotografías
Las personas que se pongan a la cola para realizar las visitas al pórtico de la Gloria de aquí al 20 de septiembre han de tener en cuenta que no está permitido acceder con mochilas, bastones de peregrino, bolsas ni paraguas. Está prohibido, asimismo, hacer fotografías o vídeos, utilizar el teléfono móvil en el entorno del conjunto escultural e introducir comida. Dos vigilantes de seguridad evitarán que se toque en ningún momento el pórtico y se encargarán de que estas normas se cumplan a rajatabla.
Además, el Cabildo y la Fundación Catedral se reservarán los derechos de admisión y cierre del espacio, así como el de cancelación de la actividad por causas justificadas. De entrada, se ha anunciado que se suspenderán las visitas durante el culto en el altar mayor y de haber unas condiciones meteorológicas adversas (extrema humedad o calor) que puedan poner en riesgo la conservación de la obra, que tanto podrían durar minutos como días.