Empresarios del Tambre alertan de que el proyecto de mejora del Camino dificulta su trabajo

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

La pérdida de plazas de aparcamiento y los problemas de acceso de vehículos pesados, entre sus principales quejas

24 nov 2018 . Actualizado a las 23:44 h.

La dignificación del Camino Inglés en el tramo de la vía Galileo del polígono do Tambre no convence a todos los empresarios del parque industrial. Los que tienen sus negocios a lo largo de este trecho consideran que «el bulevar puede quedar muy bien en el centro de la ciudad, pero no en una zona industrial», apunta Manuel Abucide, de Suministros Abucide.

Los empresarios discrepan del diseño. Consideran que no es el adecuado para un espacio en el que se mueven a diario cientos de camiones. El responsable de Carrocerías Tambre comenta que en su nave pueden entrar unos 30 cada día. También en Comercial Otero piensan que el trabajo de las industrias se verá afectado, porque tendrán que dejar los vehículos pesados a unos 600 metros. A las críticas se suman en Eurom Viños y Toldos Gómez, donde no ven adecuado el diseño para un polígono: «Debería primarse el tejido industrial».

Las objeciones se extienden a los materiales empleados. Consideran que el adoquinado «saltará por los aires en pocos días. Si no aguantan en Xeneral Pardiñas, imagine qué pasará con el paso de camiones de 40 toneladas. Durará dos días», señalan.

Por esto los empresarios piden que los técnicos vayan al lugar y vean en directo la actividad industrial. Alertan del problema que se generará con las cargas y descargas, ya que, advierten, los camiones ocuparán el sendero durante esas maniobras. «Hay vehículos articulados de 25 metros de largo que, cuando carguen o descarguen material, tendrán la cabeza sobre el sendero, porque no hay espacio suficiente dentro de las naves», explican. En el muelle de Cash Record, ampliado recientemente, los camiones articulados descargan en perpendicular con la vía.

Otro problema son los giros en la propia calle, que el proyecto soluciona expropiando una franja de aparcamiento al restaurante Polígono. Jesús Peón, de ese local, anuncia que presentará alegaciones contra esta solución. «Cuando se dieron cuenta de que los camiones no podrían hacer el giro en la calzada, al dejar un sendero de cuatro metros y medio, se les ocurrió la genial idea de expropiar parte de mi aparcamiento, sin pensar en el grave daño económico que causarán a mi negocio». En su opinión, la mejor solución es reducir el ancho del sendero a dos metros o construir una rotonda en un terreno entre el Camino y la pista de Garabal. Aunque en la Xunta le indican que tiene un terreno en la parte de atrás que se usa como aparcamiento, Peón matiza que no es suyo y que, además, no es urbanizable. «Aunque lo comprará no podría hacer nada en él».