George Harris, la historia de un peregrino al que el Camino lo llevó a la cima de la comedia

Es actor, presentador y comunicador, pero si en algo ha alcanzado la fama es en la comedia. Aparte de todo lo anterior, George Harris incluye siempre la palabra peregrino para definirse a sí mismo. Y es que el monoliguista caraqueño que conquistó al mundo hispanohablante (en Venezuela, Argentina, Colombia, Chile, Perú, Panamá, México, República Dominicana, España... incluso en Estados Unidos, desde el Flamingo Theatre de Miami, donde lleva un lustro llenando la sala) cuenta que fue a raíz de su primer Camino de Santiago, en el 2005, «cuando comencé a hacer comedia seriamente». Fue ese año cuando estrenó el espectáculo con el que dio el salto a la fama, ¿Quién se quiere ir?. Y, en octubre del 2017, se calzaba las botas por segunda vez para recorrer la Ruta Portuguesa, desde Tui, en una travesía que compartió a través de su canal de YouTube, con más de 300.000 suscriptores. El popular humorista se ha convertido en un embajador del Camino de excepción al otro lado del charco, título que compagina con el de cómico venezolano con mayor proyección mundial. ¿Cómo pasa uno de ser un peregrino a la cima de la comedia? El propio Harris lo contó en una entrevista publicada por la revista digital La Nota Latina: «Llego a Santiago de Compostela, todo muy bello. Pero yo no lloré, yo no grité, no jipié, no me encontré, no sentí ninguna luz, ni el señor, ni bajó la virgen ni nada de eso. Yo no vi nada de eso, yo no fumé marihuana, yo lo que bebía era cerveza y comía callos madrileños y cositas de Galicia. No sentí ninguna revelación ni me convertí en Mazinger Z, ni nada, yo llegué a mi iglesia me dieron mi título de peregrino y me fui a mi casa, en Madrid. Pero cuando volví sentí la necesidad de presentarme. No fue una revelación. Sentí la necesidad y me escribí diez puntos, luego me fui al bar de un amigo mío y le dije: ‘Mira, yo tengo ganas de hacer un show de media hora’. ‘¿De media hora? ¿No es muy largo?’, contestó. Le dije que creía que sí podía darle y respondió: ‘Voy a buscar un escenario que tengo guardado allá atrás, te voy a poner una lucecita, voy a buscar un sonido con una corneta al lado, con su micrófono y un banquito y te pongo una cerveza’. ¡Yo me sentía Seinfeld!». Así fue como comenzó su carrera en ascenso. 

Revolución de los panes

Se está cociendo una revolución con mucha miga en Pan da Moa. La panadería compostelana cumple su 15 aniversario y ya ha dado a conocer algunas de las sorpresas que tiene preparadas para conmemorar la efeméride, los días 23 y 24. Fue en el 2004 cuando Manuel Moscoso y Chus Moure decidieron dar un paso adelante y montar un negocio independientemente del de las hermanas Moure. Su hijo, Guillermo Moscoso, se apuntó a la aventura. En los últimos años han recabado éxitos y premios con la receta de la casa: conservar la tradición y añadirle su sello personal. Para la semana, soplarán las velas como solo los panaderos de raza hacen, con las manos en la masa y acompañados por muchos invitados. Entre ellos, José Luis Miño, Diego Castro, Xavi Barriga, Jeffrey Hammelman, Carlos Mariel, Manuel Flecha, Txema Pascual, Ibán Yarza, José Romero, Lot Roca y el colectivo La Pepa. Como avance, anuncian que el próximo miércoles un grupo de panaderos gallegos (con los Moscoso al frente) tomarán sus instalaciones para ofrecer ese día una primera remesa de panes especiales. 

Expedición sevillana

Una comitiva de Feafes Galicia, cuyo trabajo se orienta a mejorar la calidad de vida y el día a día de las personas con enfermedad mental, ha ido de expedición hasta Sevilla. El grupo pudo visitar la catedral, el Patio de los Naranjos y la Giralda, además de otros rincones. Xosé Ramón Girón preside la federación de asociaciones gallegas.

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