Navidad en la comisaría y el parque para que el resto cene tranquilo

x. melchor

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

Los policías y bomberos de guardia pasan la Nochebuena sin sus familias

25 dic 2019 . Actualizado a las 12:11 h.

Para que la mayoría cenemos tranquilos las grandes noches de estas fiestas, las de Nochebuena y Fin de Año, otros tendrán que pasar tan señaladas fechas de uniforme y al pie del cañón en alerta ante cualquier emergencia que pueda declararse. Y es que en la Policía Nacional, la Policía Local y los Bomberos de Santiago habrá efectivos de guardia que cambiarán la familia por los compañeros como compañía.

En la Policía Local serán algo más de una decena los agentes que se mantengan de guardia las noches del 24 y del 31. La primera suele ser más tranquila, porque es una celebración más familiar, pero la de Fin de Año es exigente. El plan para estos agentes es cenar en las dependencias policiales, para lo que tendrán que hacer dos grupos. Así, mientras unos disfrutan los otros vigilan y viceversa.

El menú lo pone el Concello, al igual que en el parque de Bomberos de la ciudad, donde el retén que quedará vigilando ante posibles incidencias estará compuesto por nueve efectivos.

Los bomberos están acostumbrados a hacer mucha vida en el parque, porque sus guardias son de 24 horas, por lo que es habitual que coman y cenen en la base, donde también tienen instalaciones para hacer deporte y mantenerse en forma. Pero cosa bien distinta es Nochebuena. De hecho, como el turno se incorpora a las diez de la noche y trabaja hasta esa misma hora del día 25, acostumbran a cenar en casa con la familia y reservar el menú que les proporciona el Concello para hacer la comida de Navidad.

En la comisaría de la Policía Nacional serán más de veinte los agentes movilizados, entre los del servicio ordinario y los de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR). Todos cenarán en las dependencias de la calle Rodrigo de Padrón, aunque también tendrán que turnarse para que nunca quede el servicio sin atender. Normalmente, el menú lo pone algún bar, restaurante o entidad que se acuerda de que hay agentes que tienen que estar alerta. Entre los colaboradores de otros años han estado la Fundación Araguaney, Gadis o el Hostal dos Reis Católicos.

En Fin de Año el servicio es mucho más exigente porque hay que controlar la multitud de fiestas en la calle, pero los agentes de guardia se incorporan pasadas las campanadas, por lo que la mayoría sí pueden disfrutar el momento en familia.