Juanra Bonet: «Siempre hay un payaso listo y uno tonto, y creo que está claro quién es el listo de nosotros dos»

SANTIAGO

El conocido presentador de televisión presenta «Dos» junto con David Fernández
26 dic 2019 . Actualizado a las 04:55 h.Mañana en el Teatro Afundación de Vigo y el sábado en Auditorio Abanca de Santiago se podrá ver el espectáculo de humor Dos, protagonizado por Juanra Bonet (Caiga quien caiga, ¡Boom!...) y David Fernández (Rodolfo Chikilicuatre).
-En este caso, ¿uno más uno es más de dos?
-Sí, las parejas cómicas siempre se potencian, siempre son más; y nosotros, que no hacemos monólogos sino que son todo diálogos de personajes distintos, pues más todavía.
-¿Hay muchos personajes?
-Sí, hay bastantes personajes y situaciones; es todo como una muñeca rusa, porque vas avanzando y van apareciendo cosas nuevas continuamente. O para ser más exacto, es entre una muñeca rusa y una piñata.
-Porque la obra tiene argumento.
-Quiero aclarar que no son monólogos. Originalmente, empezamos a escribir sketches, improvisando David y yo esos personajes; estábamos paseando o tomando una cerveza en una terraza y empezábamos a improvisar personajes, cómo hablaban, cómo se movían y así fueron saliendo esas situaciones. Luego buscamos una manera de que quedase atado y lo conseguimos, pero claro, como venimos de La Cubana, cargarnos la cuarta pared no fue muy difícil.
-¿Complementan sus personalidades en el escenario? David Fernández parece mostrar una gran actividad, mientras que usted es más tranquilo.
-En las parejas cómicas siempre hay un payaso listo y otro tonto, yo creo que está claro quién es el listo de los dos [ríe]. Pero, sí, nos complementamos muy bien. David es un excelente goleador y yo disfruto mucho sirviendo los platos.
-¿Andan con pies de plomo o a la vieja usanza cuando hacen humor?
-Vamos a la vieja usanza porque no sabríamos hacerlo de otra forma. Una cosa es la tele porque llega a todo el mundo y no sabes quién y dónde te están viendo. Pero en un teatro no tenemos nada que nos limite. Estamos en un recinto cerrado, con un montón de amigos y amigas que han tomado la decisión de comprar una entrada, se han tomado una serie de molestias. Así que se establece un pacto implícito entre nosotros y el público, lo que pase en un teatro es un pacto. Pero, que no nos pongamos límites no quiere decir que estemos jugando a explorar, para nada; simplemente, si cualquier cosa nos hace gracia y tiene sentido, pues se quedaba dentro. Eso implica desde chistes abstractos y conceptuales, al juego de palabras más chorra del mundo.
-¿La gente se ríe de los mismos chistes en España o también hay autonomías en el humor?
-Las diferencias que notamos de risas no son de lugar sino de tiempo. La gente no se ríe lo mismo a principios de mes que a finales, ni después de un puente que antes. Tiene que ver el tiempo y el contexto personal.
-Usted ha trabajado en distintos medios y en formatos diversos. ¿Tiene alguna preferencia?
-Vuelvo a la pregunta de antes, no es dónde sino el cómo; mientras pueda sentir que estoy entreteniendo un poco ya soy feliz. Obviamente, dentro de eso, lo que me hace más feliz es donde pueda tener más libertad y más incidencia; en el caso de ahora mismo, sería lo que hago con David, pero eso me hace feliz a mí, a mi gestor le hace más feliz un concurso diario, que es una maravilla también. Estamos hablando de niveles de felicidad de 7,8 a 8,7.