
La dueña de la tienda de moda, que comparte local en el Hórreo desde hace tres años con A Reixa, echa la vista atrás y explica su forzoso traslado de la zona vieja. «O propietario do edificio quería adicalo a temas turísticos e deume un tempo», acentúa
24 feb 2020 . Actualizado a las 10:29 h.En este 2020 A Reixa, la tienda de moda mod y artículos de cultura musical fundada por el conocido promotor Fran Villasenín, cumple 15 años de vida. También este verano, Matrioska, el espacio de ropa y complementos impulsado por Eva Sánchez, sumará una década. Los dos establecimientos nacieron por separado en la zona vieja, de la que ambos están «namorados». Sin embargo, la concentración turística empujó hace tres años a la también pareja a reubicarse y a compartir espacio en el Hórreo, en el local que ocupó la histórica confitería Alaska, cuya distribución e, incluso, cartel de entrada, quisieron conservar. «Tratamos de dar valor ás cousas. A estética para nós é moi importante, non só na roupa», apunta ya de inicio la dueña de la línea femenina mientras repasa locuaz, y entre espontáneas risas, una trayectoria que pone en valor el buen gusto.
Nacida en Santiago en 1977, se declara como una picheleira no al uso al haber estado muchos años fuera. Su infancia la pasó en Barcelona, adonde emigraron sus padres. «Eu si que falo catalán na intimidade», bromea sobre una etapa en Cataluña que no recuerda en conflicto. De vuelta en Compostela, estudió Historia del Arte, una carrera que la llevó de Erasmus a Milán, donde se quedó cinco años. «Traballei como guía e con talleres no Museo Nacional de Ciencia e Tecnoloxía Leonardo da Vinci», rememora sobre una estancia en esta ciudad de tendencias que le ayudó «a crear o hábito de concibir moda de distinto tipo». De nuevo en Santiago, y tras un breve paso por el CGAC, se formó como interiorista, campo en el que trabajó en las desaparecidas tiendas La Oca y Andrómenas.
Fue tras el último cierre, y animada por el ferviente empuje promotor de su compañero, cuando se decidió a montar Matrioska, una tienda que creó un hueco en la zona vieja a diseños urbanos más cuidados y que apostó por marcas sin gran representación en la ciudad, como SKFK. «Sempre fun moi botada para diante coas cousas que vexo claras. E non dubidei. Apostei por unha estética concreta. Aquí non imos por modas. Sei o que quero contar», declara entusiasta sobre un proyecto que rápidamente se asentó en el entorno del Mercado de Abastos. «Cando volvo sempre me din que teño alma de praceira, e non digo que non», comenta divertida sobre una buena comunicación que le supuso más anécdotas. «Cando abrín moita xente me preguntaba se era rusa aínda que o nome da tenda só se debe a que me resultaba hiperfeminino», explica.
Sei que moitos pensaban que Matrioska era de A Reixa pero nunca foi así
Ya con gesto serio aclara el cambio a la zona nueva. «É unha mágoa o que está a pasar. O propietario do edificio quería adicalo a temas turísticos e deume un tempo. Pouco antes a Fran lle sucedera algo similar. O máis sinxelo, tendo o mesmo circuíto de clientes, foi xuntar sinerxías, unha decisión tamén vinculada á nosa vida persoal, cun neno que tiña un ano», explica sobre un forzoso traslado -«buscamos na zona vella pero foi imposible»- con el que perdieron el encanto del casco histórico pero con el que ganaron aún más personalidad. Eva despeja algunas confusiones que puede haber sobre ambas tiendas. «Sei que moitos pensaban que Matrioska era de A Reixa pero nunca foi así. Agora confluímos pero seguimos a ser tendas distintas», remarca mientras recorre con orgullo un local, de estudiada decoración, que sí amplió el concepto store o híbrido «que en Santiago abandeirou Fran». En él, además de moda, se despacha tanto música y libros como entradas de conciertos. «O comercio de rúa non vai desaparecer. Pero hai que preservalo e dar un punto máis», advierte consciente sobre unas ventas que, en su caso, y a pesar de no contar con las expectativas del comienzo, no se resintieron con el cambio, algo que pone en valor. «Se es respectuoso coa xente, vaite seguir. A min encántame o traballo, estudar as coleccións e asesorar ao cliente, e creo que se nota. A chave está en que somos fieis a nós mesmos», reflexiona en alto.
Sobre el futuro, no se detiene. «Fran é un mundo de acción e eu son parecida», concluye activa mientras mira a la redactora y le elige un diseño.