
Sustituye al Carpe Diem en el Franco
26 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.No es un asunto para presumir, pero Santiago tuvo durante años uno de los peores restaurantes de España. Tan injustas y opinables pueden ser las listas de los mejores como cargar las tintas contra los menos apreciados por la gente, pero lo cierto es que el gigante TripAdvisor y otros referentes de la reputación digital del sector servicios han situado sistemáticamente al ahora desaparecido Carpe Diem, en el 48 de la rúa do Franco, entre los dos o tres locales más desastrosos del país, así de crudo lo ponían. Por descontado, era el farolillo rojo en Compostela. Aquí no hay valoración posible del que escribe, porque nunca lo probó alarmado por las críticas que arrastraba desde hace años, pero cientos de comentarios que todavía se pueden consultar en las redes tienen que rondar necesariamente una verdad tan subjetiva.
Contra esta losa y contra los efectos del coronavirus se han enfrentado en el último medio año Andrea Vaamonde, David Estévez y Javier Midón, los tres socios que van a poner las cosas en su sitio con A Valeca, el nombre de este nuevo proyecto de cocina tradicional. El objetivo era abrir en Semana Santa tras hacer una completa remodelación de la propiedad, pero las circunstancias obligaron a retrasar el proyecto hasta este extraño mes de junio sin turistas. En parte no les importa, porque una de sus prioridades es ser un referente para los santiagueses «para poder trabajar todo el año», apunta Andrea, natural de Mondoñedo, que es la que acumula más experiencia en hostelería y la que ha aportado el nombre, en honor a un restaurante familiar. Sus socios, más vinculados a Compostela, tienen negocios en otros sectores, y como reconoce David han pasado más tiempo «en el lado bueno de la barra», lo que no les ha impedido lanzarse «sin miedo» a un reto que busca huir de la mediocridad.
Galicia en el plato
Tampoco quieren inventar la rueda y el fuego. «En la carta apostamos por los productos gallegos, principalmente con carnes, pescados y mariscos, y solo hacemos una concesión con el jamón ibérico. Galicia también protagoniza una nutrida y escogida bodega, en la que se pueden degustar vinos de O Ribeiro exclusivos por los que ya se pueden pagar hasta 50 euros por botella y una amplia representación de caldos escogidos por el enólogo Xosé Lois Sebio. Pocos pedidos habrán recibido en las últimas semanas los proveedores de vino de Santiago tan potentes como el que ha hecho A Valeca para empezar con una oferta atractiva que signifique una ruptura total con el pasado, de forma que los habituales del Franco vuelvan a tener en cuenta a un restaurante con mesas y sillas para cien comensales que se pueden dividir en cuatro salones. Cada socio le puso el nombre a un espacio e hicieron las sugerencias de decoración, así que desde el 4 de junio se puede elegir entre el salón do Pasatempo; el Lembranzas; O Ribeiro; o el Fisterra.
Todo se irá aquilatando con los meses de un verano que les servirá para hacerse con un local que ha arrancado con siete profesionales de la hostelería en el servicio y que acabará con una docena «si las cosas se normalizan», comenta Estévez, que ha tenido que pelear contra viento y marea para tratar de borrar el rastro del anterior restaurante, que sigue apareciendo en multitud de guías digitales y en geolocalizadores. El reto será darle la vuelta a las listas de reputación y asomarse también por el lado bueno.