Buen vuelo

Serafín Lorenzo A PIE DE OBRA

SANTIAGO

27 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Todo está listo para que el Camino y la catedral reanuden la actividad el miércoles. De su poder de atracción sobre cientos de miles de personas dependerá en un porcentaje muy elevado que Santiago consiga salvar parte de los muebles en un verano marcado por una pandemia que nadie esperaba a principios de año. Por ello, ese ansiado flujo de visitantes -con los necesarios protocolos de prevención sanitaria- no solo redundará esta vez en el balance turístico y en la reactivación de una rueda que mueve como ninguna otra la economía local, sino que también será beneficioso para el pulso emocional de una ciudad que espera con ansiedad que el bullicio rebrote en sus calles. Desde el pequeño hostelero hasta el hotel de postín. Del comercio local a la gran superficie. Siguiendo el orden lógico de las cosas, para que ese deseo cristalice falta un elemento imprescindible: que despegue la actividad aeroportuaria. También ese hito está señalado para el próximo miércoles. Con el inicio de julio, el Rosalía de Castro recuperará las rutas internacionales. La temporada llega por ese flanco magra en novedades. Las rutas exteriores son las habituales y la única incorporación programada antes del covid-19, la del vuelo directo con Lisboa, ha quedado en barbecho hasta abril del 2021. Poca chicha para una terminal que arrastra el lastre de una falta de coordinación con las otras dos gallegas que, definitivamente, parece que ya no preocupa a nadie. Pero el mercado ha ido haciendo su trabajo y Oporto se ha afianzado como el mejor aliado del turismo internacional en Santiago y en Galicia. Todo suma y nada puede fallar para que la ciudad recupere la sonrisa.