La base de datos que se utiliza para enviar las sanciones podría no estar actualizada
24 sep 2020 . Actualizado a las 23:41 h.A la colocación y señalización del radar de Conxo, criticada por muchos usuarios de la vía, se le podría sumar ahora un tercer problema. La base de datos que utiliza la empresa sancionadora para notificar las multas podría no estar correctamente actualizada, lo que implicaría que muchos conductores no estarían recibiendo sus multas de tráfico en su domicilio. De ser así, el importe de las sanciones se incrementaría hasta el doble o el triple, alcanzando cuantías de 600 euros o incluso más según el caso.
La cuestión consistiría en que de estar equivocadas las bases de datos, que cuentan con direcciones a veces desactualizadas, la sanción no le llegaría al infractor. De producirse esto, tras no pagar la multa en el período voluntario, se le acabaría cargando después de este con el consiguiente incremento en la cuantía final. En relación a esto, el grupo municipal del PP ya ha manifestado sus reservas sobre la fiabilidad de la base de datos utilizada a efectos de notificación y así se lo ha hecho saber a Raxoi, del que quiere conocer su percepción respecto a la calidad de la información que emplea la empresa sancionadora.
La solución pasaría por el cruce de datos con otras fuentes, como el padrón municipal o el INE, que permitiesen asegurar que los avisos de multa llegan correctamente a los domicilios. Este problema vendría de atrás y no sería exclusivo del radar de Conxo, pero sí que podría suponer un gran desembolso para todos aquellos conductores a los que caza el dispositivo, que en agosto ascendían a una media de 280 infractores diarios. Sus multas, que no llegaron de forma inmediata en su primer mes y medio de actividad debido a la paralización administrativa causada por el covid, sorprenderían a muchos infractores tanto por el incremento sobre la multa inicial como por la propia infracción, que tardarían en conocer.
Desde Mobilidade, el concelleiro Gonzalo Muíños indica que «se está traballando cos expedientes para determinar se hai un problema deste tipo» y que «calquera crítica construtiva é positiva porque é boa tanto para a Administración como para o administrado». Las respuestas a las inquietudes de los populares podrían llegar la próxima semana. Mientras tanto, las dudas sobre la idoneidad del radar siguen. En el caso del PP, también se pone el foco en el origen geográfico del infractor: si los residentes en el área de Santiago son muchos más que los turistas, cabría pensar en el perjuicio que causa el radar a los habituales sin ser una zona, opinan, de gran riesgo.
El estudio de la siniestralidad de Conxo, la cuestión de fondo en el debate del radar
Los argumentos para defender o criticar la idoneidad del radar de Conxo son de todo tipo y llegan de todos lados. Los conductores habituales se quejan de los frenazos bruscos que pegan los despistados, pero los vecinos de la zona se alegran de que el radar reduzca la velocidad en una zona urbana. El grupo de gobierno apela a estas demandas de la vecindad para justificar su decisión, pero los grupos de la oposición muestran sus dudas sobre su emplazamiento. Cada uno con sus razones, pero en lo principal coinciden: los radares pueden ser una buena herramienta para reducir la siniestralidad si se utilizan correctamente.
Por ello, piden reconsiderar su ubicación porque sostienen que hay otros lugares con mayor peligrosidad en la ciudad, como pueden ser la Avenida de Lugo o Romero Donallo, según apuntaba Goretti Sanmartín, portavoz del Bloque, semanas atrás cuando el PP le solicitó a Raxoi que estudiase su localización. Compostela Aberta también se manifestó en la misma línea que los conductores más críticos.
Análisis de vías
La próxima semana, el grupo popular solicitará en pleno municipal un estudio para ver cuál es la vía más necesitada de un radar en Santiago. En su opinión, resulta fundamental distinguir entre la peligrosidad y el número de coches a alta velocidad que pasen por una vía. El PP considera, por tanto, que existen tramos en la ciudad con menos tráfico y en los que los coches transitan a una menor velocidad, pero que pueden tener una necesidad mayor de radar debido a otras circunstancias, como por el ejemplo el cruce de personas.