Ramón Serramito, neurocirujano: «Operar de todo en todos los hospitales no es lo más correcto»
SANTIAGO

El doctor en Medicina por la USC es pionero en la cirugía endoscópica de base de cráneo
13 oct 2020 . Actualizado a las 13:02 h.Ramón Serramito es un neurocirujano pionero en operaciones endoscópicas de base de cráneo en Galicia. El doctor en Medicina por la USC practica esta técnica quirúrgica desde hace once años en el Hospital Clínico de Santiago. Además, es miembro del Grupo Neuroquirúrgico de La Rosaleda.
La cirugía endoscópica permite acceder al cráneo a través de la cavidad nasal, sin necesidad de realizar ninguna incisión visible en la cabeza. Se trata de una técnica muy avanzada preferible a los abordajes tradicionales que son mucho más agresivos y conllevan una recuperación engorrosa. Se caracteriza por ser mínimamente invasiva a nivel de la base craneal y proporciona una mayor comodidad en el posoperatorio.
Los pacientes tratados mediante esta técnica son aquellos con lesiones o tumores que se encuentran situados en el techo de las fosas nasales, teniendo contacto directo con la cavidad craneal. Es una zona muy específica y, por ello, de muy difícil acceso. Con este perfeccionamiento dentro del campo, los médicos son capaces de alcanzar un área que anteriormente se consideraba imposible de tratar sin abrir el cráneo. La intervención es una colaboración multidisciplinar entre distintos especialistas. Trabajan en ella mano a mano el otorrinolaringólogo y el neurocirujano. Una simbiosis que siempre beneficiará al paciente.
Según el doctor Ramón Serramito, el desarrollo de esta técnica implica «una gran curva de aprendizaje para el médico que la realiza». Los neurocirujanos están habituados a trabajar con microscopios, una herramienta con la que se observa directamente lo que se está manipulando. Al utilizar el endoscopio «cambia por completo la forma de operar», ya que se trabaja con las manos en un sitio y con los ojos mirando hacia una pantalla. El endoscopio se introduce a través de la cavidad nasal y así el cirujano puede visualizar el campo operatorio en alta definición, con una imagen tridimensional y a todo color. «Podemos llegar hasta los espacios más angostos», aclara el especialista.
Antes de la intervención quirúrgica se aplica una anestesia general al paciente, que de esta forma no sentirá ningún dolor. Aunque el aspecto más revolucionario y que genera las mayores ventajas es el confort que el ofrece durante el posoperatorio. Ramón Serramito indica que disminuye la estancia hospitalaria, se reducen las posibilidades de infecciones y también se anulan las cicatrices visibles. Son todo beneficios.
Los materiales necesarios no suponen un coste demasiado elevado y suelen estar disponibles en todos los hospitales. Sin embargo, el doctor Serramito opina que no deberían realizarse este tipo de operaciones en todos los centros hospitalarios. «Operar de todo en todos los hospitales no es lo más correcto», afirma.
El CHUS, en concreto, es un centro de referencia en muchos ámbitos para las provincias gallegas. «También podría serlo en el aspecto de la neurocirugía», comenta. En Galicia «cada hospital quiere abarcar todos los tipos de intervenciones», añade el doctor, cuando lo mejor sería centralizar cada especialidad en una ciudad.
La situación ideal requeriría crear centros de referencia para diferentes patologías. En este escenario, si un paciente es diagnosticado, se le trasladaría al hospital correspondiente. Si se funcionara de esta manera especializada «el cirujano tendría mayor experiencia», destaca el doctor Serramito. Se operaría una misma patología en un mismo complejo por los mismos especialistas, en vez de hacerlo esporádicamente en cada hospital de la comunidad gallega.
El protagonista. El doctor Ramón Serramito estudió Medicina en la USC. Ejerce la neurocirugía en el CHUS y en el Grupo Neuroquirúrgico de La Rosaleda
La cirugía. Su técnica pionera en intervenciones endoscópicas de base craneal sitúa a Santiago como referencia en operaciones de este tipo.