La crueldad de la enfermedad del alzhéimer consigue vencer el miedo de las familias al covid
SANTIAGO

La asociación compostelana Agadea y otras entidades de ayuda al colectivo de afectados buscan mejores soluciones
18 oct 2020 . Actualizado a las 20:18 h.Varias familias se han acercado estos días a la sede de la asociación compostelana Agadea, de ayuda al colectivo de personas afectadas de alzhéimer y otras demencias, para pedir la valoración de mayores que llevan meses en sus domicilios, y ver la posibilidad de que se integren en las propuestas que ofrecen en sus centros de Salgueiriños y del Ensanche. Esas personas llevan en muchos casos desde marzo sin acudir a actividades en el exterior, por miedo al covid. Estas solicitudes de apoyo suponen un cambio en las familias, que piden ayuda al verse desbordadas ante el avance de los síntomas de la enfermedad, señala Isabel Gey, la presidenta de Agadea.
El alzhéimer está considerada una dolencia neurodegenerativa. Se caracteriza «principalmente, pola aparición lenta de síntomas como a perda de memoria, trastorno de conduta, alteracións da linguaxe ou desorientación no espazo e que evolucionan ao longo dos anos», explican en Agadea. Resulta muy cruel para las familias ver el deterioro progresivo de las personas afectadas, pero más duro es pensar en un desenlace fatal a causa del nuevo covid, muy letal con las personas de edades más avanzadas.
«Moitas persoas que deixaron de participar nas actividades dos nosos centros cando os tivemos que pechar durante o estado de alarma aínda non regresaron. A parte delas non as podemos atender, porque agora temos menos prazas, xa que polas esixencias de medidas de seguridades para a prevención da pandemia reducimos o número de persoas atendidas presencialmente. Outras veces non veñen por medo das familias a un contaxio da covid», sostiene Isabel Gey.
Agadea, como otras asociaciones integradas en la Federación Alzheimer Galicia (Fagal), buscaron alternativas durante el confinamiento. Entre ellas, enviar a su personal especializado a domicilios para que colaborasen con las familias, y ofrecer propuestas de actuación a distancia, a través de videollamadas y otras posibilidades que ofrece Internet.
Oferta insuficiente
Cuando les permitieron abrir de nuevo, con más medidas de seguridad, en Santiago consiguieron hacerlo en las instalaciones propias de Salgueiriños y del Ensanche. Gey admite que la oferta ahora resulta insuficiente para la demanda de Compostela. No han podido utilizar de nuevo el Centro das Asociacións de Benestar Social (el Cabes, situado en Salgueiriños) ni el centro sociocultural del Ensanche, locales municipales donde antes organizaban actividades para el colectivo.
Isabel Gey resalta asimismo las necesidades de llegar mejor a las personas mayores que viven solas, sobre todo en el Ensanche. Para ellas resultaba beneficioso acudir a las actividades de memoria, ejercicio físico y otras propuestas para favorecer el envejecimiento activo. Además, la hora y media que acudían suponía una oportunidad de relacionarse y contactar con otras personas en situación semejante, lo que resulta positivo para mantenerse bien y retardar la evolución de sus síntomas de demencia, cuando los tenían, o retrasarlos.
«Moitas desas persoas maiores non dispoñen de medios adecuados para seguir as actividades a distancia, ou teñen dificultades para usar Internet», subraya Isabel Gey. Para paliar esa carencia continúan las visitas a domicilios y el uso del teléfono, pero resulta insuficiente, recalca.
Agadea, como otras asociaciones, se esfuerza en llegar al mayor número de personas posible y en Santiago incluso han introducido como novedad el uso de la plataforma Neuronup, utilizada en hospitales para actividades neurológicas, para promover la estimulación cognitiva y otras iniciativas de envejecimiento activo desde los domicilios. Pero siempre que puedan utilizar una tableta o un ordenador y tengan adecuada conexión a Internet.
Las jornadas interdisciplinares de la Federación Alzhéimer Galicia convocaron ayer a expertos, representantes de Administraciones públicas y directivos y profesionales de Agadea y de las demás asociaciones gallegas para valorar la situación y tratar de mejorarla. El intercambio de experiencias, la búsqueda de soluciones, iniciativas en centros de día, adaptación de programas y alternativas para comunicarse son asuntos del mayor interés para el colectivo. El covid-19 impacta en la atención a las demencias y pretenden que sea lo menos posible para que tengan mejor calidad de vida.