
Buscan un empresario que ocupe sus 1.000 metros cuadrados de superficie construida desde que se proyectó la última película, un 30 de junio del 2013
03 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Siete años lleva ya en venta el espacio que hace 30 años provocaba colas en el Ensanche santiagués. No acaba de encontrar un comprador el local que en su día ocuparon los emblemáticos cines Valle-Inclán, en Fernando III O Santo. Buscan un empresario que ocupe sus 1.000 metros cuadrados de superficie construida desde que se proyectó la última película, un 30 de junio del 2013. Ese día, hubo más espectadores en la sala que se despidió con un largometraje francés de Régis Roinsard (Populaire), que los que han preguntado en todo este tiempo por el local. «Non recibimos apenas chamadas interesándose por este sitio», constatan desde la Agencia Amor, que ofrece por la friolera de un millón de euros el local, aunque es «muy negociable», tal y como destaca con letras mayúsculas el anuncio.
Sigue todo instalado, prácticamente como lo dejaron sus antiguos moradores, por lo que «es ideal para volver a montar unos cines en el centro de Compostela. Consta de seis salas de cine, entrada amplia, zona de palomitas, bebidas, etcétera. No necesita gran reforma», continúa el anuncio, en el que además se especifica que el local está distribuido en 13 estancias e incluye dos aseos, almacén y está equipado con calefacción y aire acondicionado.
A estas alturas de la película, en la propia agencia ven poco probable que se vuelva a abrir un cine: «O problema está nas propias características do local, que ten unha entrada interna a través das galerías onde está o Espagat, e non ten un escaparate directo de cara á rúa. Serviría, por exemplo, para montar un supermercado grande ou un centro comercial, pero cos tempos que corren...».
Recuerdan que, hace años, hubo una oferta por el inmueble que alojó los antiguos cines. Sin embargo, por un tema de falta de iluminación natural en la parte posterior, no llegó a materializarse.
En el contexto actual, con la bolsa de locales aumentando mes a mes debido a los cierres forzados por el covid-19, en la Agencia Amor ven muy complicado que se llegue a vender. Mientras tanto, los viejos cines Valle-Inclán, los primeros de la ciudad en adaptarse y digitalizar todos sus equipos -incluso antes que las salas Cinesa de Área Central-, siguen viendo el partido pasar desde el banquillo.