Las fiestas del Apóstol de Santiago repetirán el formato que trajo la pandemia y arrancarán en torno al día 21

La pandemia condicionará de nuevo las fiestas del Apóstol, que acortarán calendario. Aun no está decidida la fecha de arranque, pero será en torno al día 21, lo que las dejaría en once días frente a los 15 o 16 previos al covid-19. El que debería ser un programa reforzado por la cita jacobea, se quedará otra vez en una edición limitada, aunque en esta ocasión con la perspectiva de abrir más las fronteras de la oferta musical. Circunscrita el pasado año a la producción local o gallega, en esta ocasión Raxoi mira más allá para confeccionar el cartel, aunque el edil de Festas, Gonzalo Muíños, evita entrar todavía en detalles. Con todo, habrá también un espacio importante para la cultura con sello local a través de convocatorias de pequeño formato. Eso sí, toda la programación municipal será de acceso gratuito de nuevo.

Lo que no regresará de momento son los conciertos de grandes aglomeraciones ni los fuegos con proyecciones. Los escenarios serán todos en espacios abiertos (esencialmente A Quintana y Obradoiro) y con las limitaciones de aforo que establecen las restricciones todavía en vigor. Si para entonces cambiasen las directrices, se aprovechará para adaptarlos y ganar espacio, pero con las actuales y la distancia entre personas de metro y medio, de momento en A Quintana se cuenta únicamente con unas 400 plazas, por unas 750 en el Obradoiro.

«Hai que ir día a día en función dos decretos e o que estes permitan -dice Muíños-. En función diso iremos vendo e se podemos meter máis xente, meteremos, pero sempre baixo os protocolos establecidos». Se seguirán controlando los accesos a los actos, para tener constancia de los asistentes por si se detectase algún positivo. «Coidamos que pode haber algún concerto importante e queremos que canta máis xente poida acudir, coas máximas garantías, que acoda», añade Muíños.

Con lo que no ha atinado todavía Raxoi del todo es con la fórmula para la retirada de entradas. La solicitud por Internet de actividades gratuitas dejó un buen número de espacios vacíos en las fiestas del 2020, lo que motivó que para las de la Ascensión de este año se pasase al formato presencial. Pero este generó largas colas. Ahora quiere probarse una solución mixta.

Aunque los espacios de referencia serán A Quintana y el Obradoiro, el Concello ha tomado nota de los que funcionaron bien el pasado año para mantenerlos: el parque de Galeras para iniciativas variadas de pequeño formato y el Restollal para el cine al aire libre, aunque, tras la semipeatonalización de la zona, también la plaza de Mazarelos se incorporará al programa festivo para pequeños conciertos enfocados a conjuntos locales. Y el palco de la Alameda abandonará su largo letargo de inactividad. Se recuperará vinculado a actividades infantiles.

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