La nueva concesión del bus en Santiago rebajará el acceso gratis de los pensionistas y subirá un 25 % el billete ordinario
SANTIAGO
Después de una década con las tarifas congeladas, el viaje costará 1,25 euros, 0,25 más
06 jul 2021 . Actualizado a las 22:11 h.La nueva concesión del transporte urbano, prevista para el segundo trimestre del 2022, traerá cambios importantes. No solo en la prestación del servicio, sino también en las tarifas y en las condiciones de acceso del colectivo mayoritario de usuarios, los pensionistas (mayores de 65 años), a los que se les acabará la gratuidad total. Con 720 viajes de balde disponibles al año, estos tienen asegurado el acceso sin desembolso alguno por su parte. Pero eso mudará en adelante.
Los costes de la nueva concesión, el impacto de esa gratuidad en las arcas municipales y el progresivo envejecimiento de la población han llevado a revisar la política de la gratuidad total, aunque se mantendrá cierto grado de bonificación. Ese colectivo disfrutará en adelante de cien viajes gratuitos al año y de una tarifa de 0,50 euros una vez consumidos aquellos, lo que supone una reducción del 60 % sobre el coste del billete ordinario. Del precio que se prevé para entonces, porque el actual está en 1 euro.
Sí mantendrán la gratuidad actual aquellos compostelanos que acrediten carencia de recursos, un grado de discapacidad igual o superior al 65 % y los acompañantes de personas con movilidad reducida. También seguirán a coste cero los transbordos ordinarios y escolar del servicio (en el plazo de una hora) y desde el transporte metropolitano .
La nueva concesión conllevará también un incremento de las tarifas por la prestación del servicio. Un 25 % más para el billete ordinario con respecto al actual, según la estructura de costes derivada del estudio de viabilidad económica encargado por el Concello y que Raxoi ha hecho público para conocimiento del mercado. Con los precios congelados desde hace una década -la última actualización fue en el 2010-, el incremento será generalizado para todas las modalidades de billete. Los demás incluso superarán el 25 % del ordinario: entre el 36 y el 46 % para el billete escolar, el bono escolar y el bono ordinario.
Más difícil es de calcular la subida del bono mensual. Con un coste ahora de 26 euros, esta modalidad permite viajar sin límite durante treinta días naturales a partir de su compra. La estructura tarifaria vinculada a dicho estudio parece acotar ese acceso ilimitado al servicio durante ese período, porque fija el coste por billete en 0,69 euros (con IVA), apenas 20 céntimos más económico que el bono ordinario.
Tarifas para el aeropuerto
El servicio expreso al aeropuerto volverá a tener tarifa diferenciada. Desde que se incorporó al transporte urbano, cuesta lo mismo que acceder a cualquier otra línea (1 euro el billete ordinario, frente a los 3 de ida y 5,10 de ida y vuelta de cuando había conexión directa). En la nueva concesión se plantea de nuevo una tarifa diferenciada, posiblemente vinculado al establecimiento de un servicio lanzadera, lo que aseguraría una conexión más ágil con Lavacolla y terminaría con los problemas de ocupación que están dejando en tierra a usuarios residentes a lo largo del trazado entre la ciudad y el aeropuerto.
La propuesta tarifaria para la conexión con el aeródromo se eleva a los 6 euros para el viaje de ida y a 10 para ida y vuelta, con un incremento del 100 y el 96 %, respectivamente, sobre los precios del anterior servicio lanzadera. Se considera que el 80 % de los usuarios de esa línea harán uso del billete de ida y vuelta.
El servicio prevé recuperar en el 2024 el nivel de usuarios previo a la pandemia
El transporte urbano movía antes de la pandemia en torno a 7,5 millones de pasajeros al año (7.578.505 en el 2019). Y no se prevé alcanzarlos (y superarlos) hasta el 2024, después de la caída del 47,33 % en el 2019 por el confinamiento y las limitaciones de aforo posteriores. Lo que sí se aventura es una recuperación acelerada de usuarios durante el actual semestre, para acabar el año con cerca de los seis millones y rozar de nuevo los 7,5 en el 2022.
Los mayores de 65 años son también sus mayores usuarios: el 34 % en el 2020. No se prevé que ese porcentaje cambie ni este año ni en los dos próximos, pese al progresivo envejecimiento de la población y a que ese colectivo tiene un acceso más limitado a recursos alternativos de transporte. Y es que se calcula que la pérdida de la gratuidad total retraerá inicialmente su demanda. Sin embargo, ese sector no solo mantendrá su peso relativo hasta el 2023, sino que a partir del 2024 comenzará a crecer, hasta alcanzar el 42,5 % de todo el pasaje en el 2033, según el estudio en el que se basa la estructura de precios para la nueva concesión. El 2033 es el horizonte temporal para el nuevo contrato.