La natalidad cae a mínimos históricos en Santiago al nacer menos de la mitad de bebés que hace 30 años

Montse García Iglesias
Montse garcía SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Había más recién nacidos en 1975 en Compostela que ahora en los 25 concellos del área

05 ago 2021 . Actualizado a las 23:37 h.

La caída de la natalidad sigue sin freno en Santiago. Si en el 2019 había marcado el mínimo histórico con solo 656 nacimientos, el año pasado volvió a batir ese récord negativo y quedó en únicamente 628. Ni dos nacimientos de media cada día, lo que supone menos de la mitad que hace tres décadas -eran 1.489 en 1981-. Pero la situación va más allá. En 1975, momento en el que el Instituto Galego de Estatística (IGE) inicia la serie histórica, vinieron al mundo más bebés en Compostela -1.751- que en el pasado año en los 25 ayuntamientos del área -1.601-.

Santiago quedó por primera vez por debajo de los 700 nacimientos en el 2001, pero a partir de ahí la natalidad había comenzado a recuperarse poco a poco con algún que otro altibajo llegando de nuevo a sobrepasar ligeramente la barrera de los 900 en los años 2012 y 2016. Sin embargo, desde entonces no ha parado de caer hasta este nuevo mínimo de únicamente 628.

Ames, el segundo municipio por nacimientos del área compostelana, registró su peor dato de la década, con únicamente 220, lo que supone 37 menos que el año anterior. También Negreira marcó su mínimo con solo 29 bebés, la mitad que en el 2015.

Pero hay oasis en esta caída de la natalidad. El año de la pandemia trajo más nacimientos que el 2019 en doce municipios. Trazo vivió un auténtico baby boom, según los datos del IGE, puesto que los bebés que vinieron al mundo pasaron de 11 a 26. También fue significativo el aumento en Touro, duplicándose al sumar 20. Además, Toques, que no había visto nacer ningún niño hace dos ejercicios, sumó a su padrón dos niños. También hubo alzas en A Baña, Boqueixón, Melide, Oroso, Rois, Teo, Tordoia, Val do Dubra y Vedra.

Pese a que algunos ayuntamientos vieron crecer la natalidad, el alza no fue suficiente para superar al número de fallecimientos durante el 2020. El saldo vegetativo es negativo en toda el área compostelana excepto en dos municipios: Ames y Oroso, pero con menor margen que años atrás. En Santiago hubo 317 óbitos más que nacimientos, cuando hace una década presentaba saldo vegetativo positivo. En cuanto al número de fallecimientos, los 25 ayuntamientos del área compostelana sumaron 2.811 en el año de la pandemia, 130 más que en el 2019, lo que supone un 4,8 % más. Especialmente significativo fue el incremento en Santiago, con 81 óbitos más. Sin embargo, hubo ocho ayuntamientos en los que bajaron las defunciones.

Oroso incrementó más de un 40 % su padrón en lo que va de siglo y prevé que siga subiendo

El Concello de Oroso prevé que su padrón de habitantes siga con la tendencia al alza de las últimas décadas. Tras convertirse en uno de los cinco ayuntamientos gallegos que en el 2020 tuvo un saldo vegetativo positivo -en ese selecto club en la zona también figura Ames-, desde el Ayuntamiento destacan el hecho en un año especialmente complicado debido a la pandemia. Además, ponen de relieve que la población empadronada creció un 40 % en lo que va de siglo, pasando de los 5.200 en el 2000 a los más de 7.500 residentes en la actualidad. En 1990 eran en torno a 3.700. «Son varios os motivos que explican esta tendencia a alza, pero estamos orgullosos de ver como a nosa aposta por uns servizos públicos de calidade reflíctese no interese por vivir en Oroso», dice el alcalde, Luis Rey. Un crecimiento que aguardan se mantenga teniendo en cuanta la creciente oferta inmobiliaria y de empleo. Desde el Concello estiman, además, que la cifra real de residentes en el municipio supera la reflejada en el padrón y ronda los 9.000.