Ellos le plantaron cara al covid y abrieron el restaurante A Vaquiña, especializado en carnes

SANTIAGO

Diego Cortés: «Si cuando nos preparamos para abrir nos hablan de pandemia, nos da la risa»
17 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.«Si nos hablan de pandemia mundial cuando estábamos con los preparativos para abrir el restaurante, nos da la risa», apunta Diego Cortes, impulsor junto a David Caamaño del asador- restaurante A Vaquiña, en la rúa Sempre en Galiza. Aunque la inauguración del local fue en agosto del 2020, el proceso empezó en marzo del 2019. «Unos meses después de dar el paso y empezar a desarrollar la idea llegó el covid. Fue un palo, pero necesitábamos abrir, porque la inversión era alta y no íbamos a perderlo todo». Los dos socios proceden del sector hostelero y tienen una amplia experiencia como camareros de sala, que son los profesionales con mayor contacto directo con los clientes. Diego se formó en el IES Lamas de Abade. Son amigos desde hace años, «y nuestras parejas también son amigas», así que el siguiente paso en esa relación de amistad era «abrir un restaurante», bromea Diego, que fue camarero en La Bodeguilla de Santa Marta. A la hora de sugerir una especialidad al cliente, los dos comparten la idea de que «lo mejor es ofrecerle lo que más te gusta a ti, porque así eres capaz de transmitir mejor lo que ofreces y dar confianza». La especialidad de A Vaquiña es la carne a la brasa, aunque su carta también incluye pescados y verduras a la brasa. Diego explica que «uno de los platos estrella es el chuletón a la brasa, que estará al punto. Aunque ya sabemos que cada cliente tiene su propio ‘al punto'», ironiza. Diego señala que la preparación de un chuletón comienza antes del corte: «Hay que escoger las piezas en el punto justo de maduración, hacer el corte correcto según para lo que sea y, por supuesto, en caso de duda es mejor dejarlo un punto por debajo, para pasarlo un poco más si fuera necesario». Aseguran que en A Vaquiña «quisimos centrarnos en los carnívoros, pero tampoco nos olvidamos del resto. La carta de ensaladas es amplia y las parrilladas de verduras nos permiten llegar a los vegetarianos y veganos». En estos meses desde su apertura, el restaurante «no ha ido mal. Aguantamos. Teniendo en cuenta que arrancamos en plena pandemia, fue bastante bien. Solo dos meses después de abrir tuvimos que cerrar, porque enfermó el cocinero y nosotros fuimos asintomáticos. Por suerte él tuvo algún síntoma. En caso contrario, no quiero ni imaginar la que se hubiera liado». Tras recuperarse del susto, David y Diego están dispuestos a poner toda la carne en el asador y sacar adelante su proyecto de vida.

Reencontros co Xacobeo
Un centenar de gallegos mayores de 65 años que participan en el programa Reencontros co Xacobeo llegaron ayer a Santiago, donde fueron recibidos por el secretario xeral da Emigración, Antonio Rodríguez Miranda. Los participantes, procedentes de centros gallegos de España y Europa, realizaron el último tramo del Camino, y fueron acompañados desde Porta do Camiño por Rodríguez Miranda. A lo largo de esta semana hicieron otras etapas de la ruta y tuvieron la oportunidad de conocer el patrimonio cultural y natural del Camino. Además, se alojaron en balnearios, donde participaron en diversas actividades.

Bodas de plata
Los alumnos de la promoción 1989-1995 de Medicina cumplieron 25 años de su licenciatura el pasado año, pero las restricciones por el covid les impidieron celebrar las bodas de plata. Por eso ayer se reunieron para festejar tan simbólica fecha en los actos que organizó el comité formado por Jesús J. Suárez Martínez, Federico Martinón Torres, Elías Rodríguez Czplicki y Carlos Villar Blanco. El grupo acudió al Recanto da Saudade, donde Francisco Barreiro Morandeira, representante de Alumni USC, les dirigió unas palabras. La foto para el recuerdo se hizo en las escaleras de la Facultade de Medicina. El acto institucional contó con la presencia del decano, Julián Álvarez Escudero, y las intervenciones de Alejandro Novo Domínguez, como representante del profesorado, y Gema Rodríguez Trigo y José Luis Fernández Fernández, por parte de los alumnos. La comida posterior tuvo lugar en el restaurante del Hostal dos Reis Católicos.