El Concello de Santiago prohíbe, pero no controla, el apoyo sobre sus columnas

r. m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Pese a la instalación de dos carteles prohibiendo apoyarse y sentarse en los pilares de la fachada del pazo de Raxoi, los peregrinos descansaron igualmente sobre ellos, como es habitual

22 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Nada ha cambiado. La prohibición expresa del Ayuntamiento de apoyarse en las columnas exteriores e interiores de la fachada del pazo de Raxoi no está teniendo efecto. No había más que pasarse a mediodía de ayer por el Obradoiro para verlo. Hacia las doce y media apenas había una columna en todo el frente del palacio que no sirviese de apoyo a los muchos peregrinos que a diario pasan por la plaza.

Es posible que quienes continúan utilizando esos pilares para descansar, al tiempo que recrean la vista con la majestuosa presencia de la Catedral, ni siquiera hayan tenido ocasión de leer la advertencia municipal, instalada en los soportales de acceso a la sede consistorial. Esa ubicación es consecuente con el decoro que requiere la fachada exterior, pero muchos peregrinos no se adentran en los soportales, o no al menos antes de descargar sus mochilas y apoyar sus espaldas sobre las columnas que directamente miran a la basílica.

Pero la Policía Local tampoco parece haberse aplicado para exponer la situación a quienes ayer, con conocimiento previo o sin él, protagonizaron de nuevo una estampa que desde hace décadas, posiblemente siglos, está ligada a la actividad de la plaza cuando la climatología lo permite: la contemplación de la Catedral desde el respaldo que ofrecen las columnas de Raxoi. Dos placas de metacrilato en gallego, castellano, inglés y francés lo prohíben desde anteayer. «Co obxecto de evitar danos no patrimonio histórico, prohíbese sentarse ou apoiarse nas columnas e piares do edificio», dicen expresamente.

La medida, según la concejala de Patrimonio y Casco Histórico, Mercedes Rosón, pretende frenar el deterioro de las columnas del pazo, unos elementos que están «nunha situación moi vulnerable» por la patología que los aqueja y la intensa actividad que hay en su entorno. De hecho, las de la zona de acceso al Ayuntamiento presentan un nivel de erosión que no se percibe en el resto del edificio. Pendiente de una rehabilitación integral que habrá de abordar la forma de corregir una patología que deviene del tipo de piedra utilizada en su construcción, la edila afirma que, mientras, hay que tomar medidas. Y prohibir el contacto con ellas ha sido la inicial, aunque su primera jornada de aplicación no parece haber sido muy efectiva.

Pese a estar en cuatro idiomas, las placas informativas, de momento, no parecen haber resuelto nada. En todo caso, su instalación podría ser objeto de cierta polémica. El BNG advertía ayer que su emplazamiento no pasó por la Comisión Asesora do Patrimonio Histórico y Goretti Sanmartín ya ha trasladado su queja a Rosón. La nacionalista también mostró su malestar el martes en dicha comisión por que finalmente hubiese entrado en el Obradoiro el autobús de RACE cuando dicho órgano asesor había desestimado esa solicitud.