Se concentraron en el Obradoiro e increparon al alcalde. Entre los manifestantes había dos exconcejales socialistas
29 nov 2021 . Actualizado a las 20:20 h.Los vecinos de la urbanización de Brandía se concentraron ante la sede del Concello de Santiago para mostrar su disconformidad con la instalación de una gasolinera low cost en un terreno de la urbanización. En el transcurso de la protesta, cuando el alcalde Sánchez Bugallo accedía al Pazo de Raxoi, un vecino le increpó reclamándole que no se autorizara la instalación y poniéndole a poca distancia de su cara un cartel con el lema «Bugallo, Rosón. Gasolineira non». Agentes de la Policía Local intervinieron para calmar al manifestante, sin que el incidente llegara más allá. Entre los manifestantes había dos caras conocidas de las corporaciones locales de Santiago, los ex ediles socialistas Pedro Antonio Fernández y Andrés Fariña.
Los vecinos consideran que la gasolinera será un riesgo para su seguridad y que generará problemas de tráfico. De acuerdo con la versión de los residentes en la urbanización, los promotores entregaron el proyecto fuera del plazo «requerido por una normativa municipal que prohíbe estas gasolineras en suelos con la tipología» del lugar donde se quiere instalar; e insisten en que la infraestructura estará junto a las casas, el parque infantil y la papelera, y a menos de diez metros del gasoducto. Anunciaron una querella contra técnicos municipales y nuevos recursos.
Raxoi insiste en que la licencia es un acto reglado y todos los informes son favorables
Ante el recrudecimiento de las protestas de los vecinos de Brandía tras años manifestando su oposición a la gasolinera, el gobierno local insistió ayer en su preocupación por un tema en el que, afirma, no tiene otra alternativa que conceder la licencia porque el proyecto tiene todos los informes favorables y no hacerlo supondría incurrir en responsabilidades. Estos informes son el autonómico de medio ambiente y los municipales de urbanismo, tráfico y jurídico. El ejecutivo que preside Sánchez Bugallo —el alcalde ha insistido en que la licencia es un acto reglado, no discrecional— recuerda que la ley estatal de hidrocarburos ampara la instalación de los surtidores de combustible que ha solicitado una empresa como parte de un establecimiento comercial en la parcela de la urbanización de Brandía y se muestra sorprendido por el anuncio de una querella contra técnicos municipales que firmaron unos informes bien fundamentados.