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El Camino Inglés se expande en Gran Bretaña

Cristóbal Ramírez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

CRISTÓBAL RAMÍREZ

La ruta jacobea, que empieza en la ciudad norteña de Durham, coge impulso en las cercanías de Londres

27 nov 2021 . Actualizado a las 10:27 h.

El Camino Inglés (ese «diamante en bruto», como acostumbra a denominarlo Manuel Mirás, el orosino hoy senador y presidente de la Asociación de Concellos do Camiño Inglés) se expande más allá de A Coruña y Ferrol, sus inicios en territorio gallego antes de adentrarse en la comarca compostelana. En ocasiones se promueve con la inestimable ayuda de entidades locales de amigos de los caminos de Santiago, como por ejemplo la danesa, la cual identificó y señalizó 948 km en su país. En otros casos es por iniciativa de la Diputación o de la mencionada asociación, aunque la Xunta ya ha dado muestras de retomar el pulso y quiere volver a estar en primera línea.

Antonio Leira, como representante del organismo provincial, y Mirás se desplazaron a principios de este mes a la ciudad inglesa de Reading, muy cercana a Londres, invitados por su Ayuntamiento. La razón, en palabras de Leira: «Querían coñecer de primeira man como o estabamos facendo nós, e abofé que os vin ben interesados en promocionar aló a Ruta». Fue solo día y medio, con reuniones y visitas a lugares de interés jacobeo desde las diez de la mañana hasta doce horas más tarde el primer día, y desde las ocho de la mañana hasta el mediodía en el segundo, encuentros que acabaron justo a tiempo para que la comitiva se dirigiera a toda prisa al aeropuerto.

A través de un experto conocedor de Galicia, Alex Brannen, la jornada comenzó suave, visitando la abadía de Reading, pero los platos fuertes vinieron a continuación, con una sesión de trabajo de más de hora y media presidida por el alcalde de esa ciudad, David Stevens. La concejala de Cultura, Karen Rowland, había recibido antes al grupo a las puertas de la iglesia de Santiago, y allí quiso darle simbolismo al momento: Leira y Mirás, con ella misma, cortaron la cinta que de alguna manera inauguraba ese tramo del Camino, que rematará después de un centenar de kilómetros en el puerto de Southampton. Era este uno de los que los peregrinos buscaban con el fin de subir a bordo y atreverse a navegar hasta Galicia en media docena de días, rezando para no encontrarse en su derrota con alguno de los numerosos monstruos marinos que, como era creencia muy extendida, poblaban las aguas.

«Para nós é un gran paso adiante que Reading se integre neste proxecto de promocionar o Camiño Inglés —manifestaba a la vuelta Manuel Mirás—. Dende o seu comezo, na abadía de Finchale e condado de Durham, os peregrinos ían cara ao sur, e moitos deles pasaban pola abadía de Reading antes de ir aos portos atlánticos ou do Canal da Mancha, e contar con ese concello significa que o Camiño vai coller un gran impulso en Gran Bretaña».

Y Antonio Leira, que también es concejal en Oroso, puso la guinda: «O exemplo teñen que collelo os concellos entre Durham, no nordés, e Reading, co fin de ter o Camiño deseñado, identificado e sinalizado dende o seu comezo en Finchale ata o sur do país, e nese traballo dende logo que van contar co noso apoio».

El espíritu jacobeo resucita en Cornualles y en Lymington

Del puerto de Lymington zarpó hace 455 años el «Herring» con peregrinos 

No solo en una ciudad como Reading con más de 230.000 habitantes están trabajando con el fin de recuperar el Camino Inglés, con el asesoramiento de la Confraternity of Saint James (la asociación de amigos británica centrada en el mundo jacobeo). También otras localidades más pequeñas se han subido a un carro que adivinan con mucho futuro.

Es el caso de varias de Cornualles, donde el tramo local de la ruta jacobea, a estas alturas ya señalizada con la flecha amarilla, se conoce también como el Camino de Saint Michael (una de sus promotoras desayunó en Oroso hace trece días con los mencionados Leira y Mirás, además de con el alcalde, Luis Rey), y también el de la pequeña ciudad sureña de Lymington.

En esta última, su primer edil, James Hoare, quien en su día había recorrido la Prolongación a Fisterra y Muxía, ha encargado a su concejala de Cultura, Anne Corbridge, que organice algo con vistas al 2022. Y es que el próximo año se cumplirán 456 de la partida de su puerto del único barco de peregrinos cuyo nombre ha llegado al siglo XXI: «Herring», que trasladó a 50 personas a tierras gallegas para ir a Compostela. «Y es una cifra atractiva», manifestó James Hoare.

En realidad, la promotora de todo ello no es otra que Rosalyn Guildford, del equipo de dirección del museo de Lymington y que conoció el Camino Inglés en septiembre pasado invitada por la Diputación coruñesa. Hace unas semanas, Rosalyn Guilford recordaba, paseando por el pequeño puerto local cuya estructura no cambió desde la salida del «Herring», la excelente comida que había tomado en la casa de turismo rural Antón Veiras, de Ordes.