Las pérdidas por el covid asoman en la gestión del complejo deportivo de Sar
SANTIAGO
El Ayuntamiento se plantea pedir la cesión de la instalación al Consorcio
19 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Los efectos económicos del covid han hecho mella también en las cuentas de los complejos deportivos de Sar y Santa Isabel, gestionados por una sociedad mixta público-privada, Xade, participada por Monbus con un 66 % y por el Concello con el otro 34 %. El impacto del confinamiento, los aforos posteriores y las medidas de los protocolos anticovid lastraron los balances del 2020 y el 2021 e inicialmente afectarán también al del 2022, en este caso, como en parte del año en curso, con el añadido de la falta de ingresos de la piscina de Sar, pendiente de la sustitución del globo que la cubre en invierno por una cubierta telescópica.
Las pérdidas estarían en el entorno de los 400.000 euros el pasado año y de otro tanto en este y la parte privada no parece estar por seguir asumiendo esa situación. De hecho, ya ha formulado una reclamación que tendrán que informar todavía los servicios jurídicos municipales, que habrán de determinar qué procede hacer en cuanto a la asunción de esas pérdidas. Raúl López, el máximo responsable de la parte privada, parece estar dispuesto a poner un tope temporal a la aportación de una solución, mayo del próximo año, cuando concluye la prórroga anual de la concesión. En el último consejo de administración habría amagado con no seguir cuando venza la actual prórroga ante ese nuevo escenario de pérdidas.
Pese a la duración de dicho escenario, para el Concello esta no deja de ser una situación coyuntural por una pandemia que se está alargando más de lo esperado, y no cuenta con que Monbus deje la concesión, aunque la gestión del complejo deportivo de Sar arrastra también otro problema que Raxoi no podrá obviar por mucho más tiempo: el actual régimen concesional. Las instalaciones no son municipales, sino del Consorcio, que inicialmente las cedió al Ayuntamiento por 15 años. Ese plazo ya venció y desde entonces, hace unos años, la concesión funciona con prórrogas anuales, lo que no favorece la programación de inversiones. La de la nueva cubierta de las piscinas la afronta el propio Consorcio.
El gobierno local espera tener una solución el primer semestre del 2022. Caben dos posibilidades, una nueva cesión temporal de su uso por un período amplio o que el Consorcio ceda definitivamente las instalaciones al Concello. El alcalde no descarta ninguna posibilidad. De hecho, considera que la cesión de la titularidad sería la mejor solución. Para el PP sería lo razonable, o una cesión de uso prolongada.