Javier Veiga, humorista: «Nuestra labor es sacarle punta a todo y eso no significa banalizar»
SANTIAGO
Ofrecerá junto a Rober Bodegas y David Amor el espectáculo «Esfínter» la próxima semana en Santiago y Vigo
23 dic 2021 . Actualizado a las 04:55 h.Los humoristas Javier Veiga, Rober Bodegas y David Amor ofrecerán la próxima semana su espectáculo «Esfínter» en Santiago (día 28, Auditorio Abanca, 21.00 horas) y en Vigo (día 29, teatro Afundación, 21.00 horas). Javier Veiga explica que quieren convertir esta cita con el humor en una tradición navideña.
—¿Qué le aguarda al público en el espectáculo?
—Nuestra intención es que sea el inicio de una tradición navideña. Ya el año pasado nos juntamos los tres para realizar un par de actuaciones por Navidad y ahora la intención es hacerlo siempre por esta época que los tres vamos a Galicia para darle continuidad. Como nos vemos poco y nos llevamos muy bien, es una excusa buena para juntarnos nosotros y para hacer un espectáculo conjunto en unas fechas que creo que son muy oportunas para ello, porque la gente tiene ganas de reírse un rato con un espectáculo desenfadado, de humor. Por otra parte, cada uno va a hacer una parte de humor suya, personal, y luego haremos un pequeño guiño los tres juntos. Cada uno hace su espectáculo buscando partes de actualidad, cosas del momento, porque, al final, cuando haces este tipo de humor vas nutriéndote de la actualidad.
—Al anunciar el espectáculo aseguran que es un resumen de los doce meses. En un tiempo de pocas alegrías, ¿es más difícil encontrar un motivo para despertar la carcajada?
—Justamente nuestra labor como cómicos es sacarle punta absolutamente a todo y, además, creo que el público lo recibe bien. A veces, es más insoportable el clima este de ofendidos y de lo políticamente correcto, pero la gente que va a un espectáculo está ya acostumbrada al mundo del humor, a que nos riamos de todo. Además, es obvio que no hay intención de banalizarlo, sino todo lo contrario. Seguramente hagamos algún chiste con el covid, con el rey emérito..., porque la gente también lo hace en la calle, en su casa. Entonces, sacarle punta a eso es parte de nuestro trabajo y eso no quiere decir que lo banalices ni que te parezca que no es un problema, sino que todos necesitamos reírnos de las cosas. Es algo muy saludable poder reírte.
—¿Cuesta más que el público se ría por el contexto actual?
—Nos cuesta a nosotros más verlo. Es un momento difícil para hacer humor porque no ves la cara de la gente. A los que nos gusta hacer humor de escenario, una parte muy agradecida es observar al público riéndose a carcajada. Ahora, hacerlo con mascarilla es mucho menos agradable. Pienso que es mucho más complicado para nosotros que para el público, porque no verle la cara lo hace más difícil. Por otra parte, es cierto que tal vez la gente esté en su casa con menos ganas de reír, no sé, pero creo que los espectáculos de humor llevan mucho tiempo con un público muy fiel y la persona que compra una entrada para ir a verlos va con ganas de reírse, va a sentarse e intentar pasar hora y media riéndose en una butaca.
—¿Qué tienen los humoristas gallegos para conquistar al público y llenar salas?
—Creo que lo hacemos bien. El hecho de que haya 10-12 personas que estamos haciendo humor, hace que el público se quede con ganas de reírse más. Además, tenemos muy buena relación entre nosotros. Hay una generación de gente que se dedica al humor en Galicia y el público comulga con ella. Además, casi todo lo hacemos en gallego, algo que antes no ocurría.
—Habla del gallego, ¿pero hay humor gallego o el lenguaje del humor es universal?
—Si es bueno el humor, suele ser universal. Lo que pasa es que como tenemos la retranca como nuestra forma de expresarnos, por eso tenemos una facilidad para el humor y hay tantos humoristas gallegos, porque la retranca es una manera de relacionarnos, forma casi parte de nuestro ADN.
—¿Cuáles son sus próximos proyectos?
—«Pequeñas coincidencias» ya ha terminado porque sabíamos que iban a ser tres temporadas. Ahora estamos preparando cosas nuevas para la televisión, que esperamos rodar el año que viene. Además, preparamos un estreno teatral.
—Y hace de director, actor...
—(Ríe) Me gusta hacer todas esas cosas, me gusta trabajar delante y detrás de las cámaras. Sobre todo, me gusta contar historias mías, que partan de la escritura y estar en todas las partes del proceso creativo.
—Al final, entonces, la fuente de inspiración es usted.
—Siempre digo que me gustan las cosas que están cerca de mi ombligo. Lo digo porque creo que soy una persona que no se diferenciará mucho de cualquier otra, por lo tanto considero que lo que me preocupa a mí será lo mismo que a un señor de Santa Comba o de Dos Hermanas.