Elisabeth Maisondieu-Camus, nieta del autor de «La peste»: «Camus sigue vigente porque se preocupa por la gente»

SANTIAGO

No supo que su abuelo había sido escritor hasta que tenía 13 años, explicó la descendiente de Albert Camus, que asistió a la representación de la obra en Santiago a cargo del CDG
14 mar 2022 . Actualizado a las 00:46 h.Elisabeth Maisondieu-Camus es nieta de Albert Camus y ahora trabaja en la protección de su legado junto a su madre. Nunca llegó a conocerlo ya que había muerto años antes de su nacimiento. Pero, además, no supo que su abuelo había sido escritor hasta que tenía 13 años y aún tardó más en ser consciente de su relevancia. Este viernes, Elisabeth acudió a Santiago tras ser invitada a ver la adaptación que el Centro Dramático Galego (CDG) hizo de «La peste».
—¿Qué supone para ustedes la elección del CDG de «La peste»? ¿Hubo muchas representaciones de esa obra?
—En general, hay muchas adaptaciones y representaciones de «La peste». Desde la llegada del covid, nos pidieron de todo el mundo autorización para realizar adaptaciones. En España, de lo que conozco, no hubo más peticiones. Para nosotros es un placer que el CDG y otras compañías se interesen por el pensamiento de Camus y quieran trasladar el mensaje que está en «La peste». Además, en este caso, toma más relevancia porque los orígenes de Albert Camus están en España. Mi hermano, mi madre y yo nos sentimos muy próximos a España.
—Asegura que tienen demanda de todo el mundo para representar las obras. ¿Eso demuestra la vigencia en el presente de su pensamiento?
—Creo que el pensamiento de mi abuelo sigue vigente hasta hoy porque se preocupa por la gente. Sus ideas vienen porque se preocupa por la gente y eso es atemporal. Particulamente, en «La peste» hoy hay una cuestión de la actualidad.
—No llegó a conocer a su abuelo. ¿Cuándo fue consciente de todo lo que él había hecho?
—Muy tarde. Yo nací en Niza, vivimos allí mi hermano y yo con nuestra madre. Nuestro apellido es Maisondieu (que se traduce Casa de Dios en español) y nunca mi madre nos habló de lo que hacía nuestro abuelo. Entonces, cuando tenía 13 años —porque en Francia se enseña a Camus en el colegio—, mi madre solo nos contó que nuestro abuelo era un escritor sin decirnos quién era realmente. En esa época, hace casi 40 años, no se hablaba de Camus como hoy. Leí «El extranjero» y me gustó. Descubro simplemente que tengo un abuelo que era escritor, pero no que era tan relevante. Después, poco a poco, fui conociendo que era una persona importante por las ideas que trasladaba al mundo. Primero descubrí que era importante para el resto del mundo y, más tarde, en Francia.
—También están muy próximos a Galicia por la relación de su abuelo con María Casares. Su madre afirmó recientemente en una entrevista que había tardado años en leerlas. ¿Cuándo las conoció usted?
—No sabía que existían ni la importancia de esas cartas. Uno o dos años antes de publicar la correspondencia entre Camus y María, mi madre me dijo que iba a hacerlo. He leído una parte de esas cartas, no todas. No es fácil leerlas todas porque se habla de mi abuela, que estaba un poco enferma. Para nosotros era difícil leerlo.
—Ayuda a su madre con el legado de su abuelo. ¿Cuáles son los objetivos principales?
—Intentamos proteger la obra, el pensamiento, que no se empleen mal las frases de Camus. Él no necesita nuestra intervención para iluminar.
—Entonces, ¿hay personas que tergiversan a Camus?
—La pretensión es que no se utilice ideológicamente dándole la vuelta para poner en valor un mensaje contrario al de los textos y, por otra parte, que a la hora de cambiar de medio, de hacer una película, otra obra artística, se mantenga el espíritu de la original, que no sea simplemente un elemento comercial.
—¿Es «La peste» la obra más demandada en la actualidad?
—En estos momentos a nivel mundial es la más pedida. En los últimos dos o tres años, es increíble la demanda: de Alemania, de Brasil... En Francia también se pide «Calígula», «El extranjero» y «La caída».
—Dice que conoció quién era su abuelo y su obra tarde. ¿Qué descubrió de él a través de sus lecturas?
—A Camus puedes leerle cada diez años y vas descubriendo nuevas cosas. Hoy hay obras que no pude leer porque son difíciles para mí. La obra que más me gusta es «La caída». Y lo que me gusta en las obras de mi abuelo es el humanismo.