«Se lle repercutes á xente todo o que está subindo, non lle chega o soldo»
SANTIAGO

Productos de huerta y carnes como el pollo disparan sus precios
01 abr 2022 . Actualizado a las 23:43 h.Que el último dato del IPC a punto estuviese de llegar a los dos dígitos asusta, pero a quien se encarga de la cesta de la compra de su casa o se dedica a la comercialización de alimentos esta subida del 9,8 % simplemente supone poner negro sobre blanco una realidad muy evidente desde principios de año, y que se convirtió en muy preocupante en las última semanas.
Si algún lugar permite valorar en Santiago la evolución alcista de los productos de primera necesidad este es la plaza de abastos. El trasiego que el mercado vivía ayer desde primera hora de la mañana era similar al de cualquier otro día que amenaza lluvia y las previsiones se cumplen. La variada oferta de productos es la de siempre, pero los carteles con los precios como reclamo están prácticamente desaparecidos porque cualquier revisión produce sobresalto.
En el puesto de frutas y verduras de Alicia Multari era habitual llenar bolsas con varios productos porque tenían el mismo precio, 0,99 euros. Hay frutas que aún lo mantienen, muy pocas, y la razón la explica sin paños calientes Alicia, con puesto en la plaza desde hace diez años. «Siempre compraba a buen precio y productos de calidad porque compraba mucho y tenía margen, pero ahora hay productos que están por las nubes y el presupuesto no llega aunque pongas muy poquito margen para seguir trabajando».
Que nunca se vio cosa igual es la frase que más se escucha en la plaza de abastos y en la boca de comerciantes con décadas de experiencia esta realidad tiene más valor. Uno de ellos es Ramón del Río, que en sus treinta años tras un mostrador está especialmente asustado con el incremento de los precios del pollo. «Foi o que máis subiu este ano, porque estamos a falar que desde xaneiro o quilo de polo custa uns 70 céntimos máis», un importe que considera desorbitado. Con la variedad de carnes que comercializa, Del Río ve a diario como necesita más dinero para comprar su mercancía, pero matiza que «se lle repercutes á xente todo o que están subindo as cousas, non lle chega o soldo».
Si el precio del pollo está disparado, el del pescado está mucho más contenido. Lo corrobora Juana Suárez al señalar que «o combustible que necesitan os barcos duplicou o prezo, pero no peixe non se nota tanto, maila que si hai subidas dalgunhas especies». Esto no evita que las ventas estén más contenidas.

Ramón del Río: «Non lembro unha suba tan disparada»
Ramón del Río vende productos cárnicos en la plaza de abastos desde hace décadas. «Non lembro unha suba tan disparada de todo ao mesmo tempo, porque antes un tipo de carne compensaba a outro», afirma. En las últimas semanas y ante el temor a un hipotético desabastecimiento que vació negocios, destaca que no fue así con la carne. «A xente fai compras moi xustas dela porque os cartos si que non medran», añade.

Elisa Fontao: «O prezo do aceite mete medo»
Elisa Fontao es clienta de la plaza «de toda a vida» y no recuerda un incremento como el que ahora percibe. «Está todo polas nubes e o prezo do aceite mete medo», afirma. Gracias a tener una huerta en su casa, a esta vecina de Santa Lucía su cesta de la compra le sale más económica, pero eso no le impide ver que «está todo moi caro, e entre o que custa a luz e a comida, non vai chegar o soldo a nada».

Juana Suárez: «O peixe non está a subir tanto»
Juana Suárez afirma que le cuesta más dinero que antes llenar su puesto con pescado, pero al proceder de barcos de bajura, si el incremento se compara con otros alimentos y con el coste del combustible que necesitan los pescadores «o peixe non está a subir tanto». Eso sí, la elevada inflación no afecta a todos, porque con menos dinero se reducen las compras «e o que fai a xente e levar peixe que lle resulta máis asequible».

Alicia Multari: «Lo de las verduras es una locura»
Alicia Multari compara lo ocurrido hace unos años con el precio del calabacín con todos los productos de huerta, que ahora tienen precios disparados. Considera que «lo de las verduras es una locura», y lo vincula con el incremento del precio del combustible de los últimos meses. No cree que la coyuntura cambie a corto plazo, por lo que ni de lejos confía en recuperar las ventas que tenía «con gente cargada de bolsas».

Juan Hernández: «Noté más la subida en el combustible»
Juan Hernández es cliente habitual de la plaza de abastos en Santiago, un lugar en el que la voz de alarma por la subida de precios se oye más que nunca, hasta el punto de que en algunos puestos reconocen que, como siga la cosa así, habrá quien tenga que modificar mucho sus hábitos alimenticios para llegar a fin de mes. Este no es el caso de Juan Hernández, que confirma que sigue consumiendo los mismos alimentos. Si bien matiza que del grueso de la compra se encarga su mujer, es plenamente consciente de que los precios están disparados. «Noté más la subida en los combustibles y no digamos la calefacción, pero el aumento se nota mucho, mucho, en cualquier cosa que compres», afirma. A este compostelano le llamó especialmente la atención la subida del aceite «que es una barbaridad, y la carne también se nota que está más cara».
«A este paso habrá gente que ya no pueda comprar lo que quiera, porque las cosas no dejan de subir de precio pero tienes el mismo dinero, que no crece y no llega como antes», se lamenta preocupado porque no confía en que la situación mejore a corto plazo.