Samuel Pérez llegó a la agrupación hace 40 años, y Lidia Iglesias, en el 2015
21 abr 2022 . Actualizado a las 08:24 h.Les separan 33 años. Ella es de Touro, y él, de Valencia. Y ambos comparten la pasión por la música y las ganas por conseguir que la Banda Municipal de Música de Santiago logre enamorar al público joven sin desatender a sus seguidores más fieles, los que peinan canas desde hace años. Lidia Iglesias Vaamonde es la más joven de la Banda, y Samuel Pérez Llobell, el «más joven visto desde el otro lado», bromea. Lidia llegó a la agrupación con solo 22 años y recién graduada. «Non terminara os estudos de música, pero tiña o Grao en Educación Primaria. Convocaron a praza e presenteime, porque pedían unha titulación universitaria. Tiven sorte», apunta. Samuel cree que en su caso no intervino la fortuna: «Hice una prueba excelente». Él tenía 21 años y experiencia sobrada en varias bandas de música de la Comunidad Valenciana cuando se le presentó la oportunidad de Santiago. Corría el año 1982. Ahora, cuarenta años después, Pérez Llobell reconoce que «sin pensar en la jubilación todo el día, tengo claro que, cuando llegue, lo dejo». El primer contacto de Lidia con la música fue en la escuela de Touro: «Leváronme enganada. Tiña 9 anos e meus pais querían que fora, e non houbo discusión. O resultado foi bo para min». Ella toca el oboe y el corno inglés. «Cando terminei na escola fun para o conservatorio de Lalín e despois ao Superior na Coruña», comenta. Samuel entró en la banda de su pueblo, en Valencia. «Empecé con el trombón, porque era el instrumento que faltaba en la banda. Después en el Conservatorio de Valencia opté por la trompa, que era lo que me gustaba», explica. Aunque les separan 33 años, los dos viven la Banda Municipal de Música de Santiago con una pasión similar. Lidia asegura que «non sinto estar nun traballo, é unha afección. É un grupo humano excelente. Os compañeiros son amigos, grandes profesionais dos que aprendo todos os días algo novo. Entrar na Banda é mellor que a lotería», señala. Tanto Samuel como Lidia se muestran esperanzados con el giro que ha imprimido el nuevo director de la agrupación, David Fiuza. «Facemos cousas novas. Cambiamos a programación. Ter pezas novas e moito mellor, porque sentes a motivación». Lidia cree que «o labor pedagóxico que fai o director ao principio do concerto, falando ao público sobre as obras, é unha maneira de enganchalo». Ahora confían en que, una vez superados los peores momentos del covid, «recuperaranse os concertos didácticos, porque é unha maneira de acercar a Banda á xente moza». lidia y Samuel destacan la «calidade humana e profesional. O ambiente é bo, e notase nos concertos», apunta Lidia.